Así lo afirmó en declaraciones efectuadas tras la extracción de las cerca de 100 toneladas de combustible que albergaba el pecio y que hacen referencia al hecho de que el barco ya hundido "podría emular el caso de la piscifactoría La Mariana, hundida en aguas de Formentera y que alberga especies como congrios, barracudas o morenas".

Ponce recordó que estos hechos "sólo podrían darse de no quedar ningún tipo de material ni residuo tóxico en el mismo ya que, de otro modo, el buque debería extraerse inmediatamente".

De convertir este carguero en un parque temático bajo el mar, el director técnico del Centro de Recuperación de Especies Marinas vaticinó que "al principio se asentarían organismos imperceptibles a la vista, que se verían secundados después, por otros de mayor tamaño, y más tarde harían uso peces que proliferan en aguas Pitiusas".

Ponce afirmó que la experiencia ya se ha llevado a cabo en otros enclaves tales como el mar Rojo, "donde iniciativas similares tienen un gran éxito, aunque eso sí, en este caso sólo podrían bucear cerca del pecio expertos en la materia debido al punto donde hundió y al fluido tránsito de embarcaciones cerca del mismo".