Al menos 510 muertos y 1.500 heridos en el terremoto de Perú

  • Ica y la provincia de Cañete, declarados en estado de emergencia.
  • El epicentro se ubicó en el mar a 167 kilómetros al sur de Lima.
  • Se ha confirmado que no hay ningún español afectado.
Miembros de una familia montan guardia en la puerta de su casa destruída (EFE/ SERGIO URDAY)
Miembros de una familia montan guardia en la puerta de su casa destruída (EFE/ SERGIO URDAY)
EFE/ SERGIO URDAY
Miembros de una familia montan guardia en la puerta de su casa destruída (EFE/ SERGIO URDAY)

El terremoto que el miércoles sacudió a Perú ha ocasionado al menos 510 muertos y 1.500 heridos, además de haber destruido 377 casas y dejar 85.000 damnificados.

El departamento de Ica y la provincia de Cañete, perteneciente a Lima, fueron declarados en estado de emergencia mediante un decreto por el presidente del país latinanoamericano, Alan García.

Epicentro marino

El epicentro del movimiento telúrico se ubicó en el mar, a 167 kilómetros al sur de Lima y frente a las cosas de Pisco.

En cuanto a la situación en la capital, donde sus habitantes se lanzaron a las calles al sentir el fuerte temblor, seguido de al menos tres réplicas, RPR confirmó deslizamientos de tierra y piedras sobre las carreteras que conducen al centro y sur del país, según el jefe de Defensa Civil, Luis Palomino.

Además se han cerrado algunas vías, como la de circunvalación de la costa, que se vio afectada por las piedras y por las grandes olas que generó el seísmo y que inundaron la vía, lo que ha obstaculizado el tráfico durante horas.

En El Callao, aledaño a Lima, y donde se evacuó a los residentes por temor a un tsunami en La Punta, una pequeña península a nivel del mar, también se derrumbaron muros de viviendas y algunos de sus habitantes siguen en las calles.

No obstante, los daños materiales más importantes -informó Palomino- se registraron en la iglesia del Señor de Luren y el coliseo deportivo de Ica, que prácticamente quedaron destruidos, además del desplome de viviendas en las ciudades de Chincha, Pisco y Cañete, todas ellas a medio camino entre Ica y Lima.

Búsqueda desesperada

En desesperada búsqueda de supervivientes, sin servicios básicos y con problemas de comunicación, Perú afronta hoy las consecuencias del terremoto de ayer miércoles, mientras llegan de todo el mundo muestras de condolencia y ofertas de ayuda.

Las cifras de víctimas, que pueden ir aumentando en las próximas horas, las entregaron el Gobierno peruano, el Instituto Nacional de Defensa Civil y organizaciones internacionales como la ONU.

El sismo, cuyo epicentro se ubicó en el mar, a 167 kilómetros al sur de Lima y provocó alarma de tsunami, se sintió en todo el país, e incluso en las naciones vecinas, pero afectó principalmente a las ciudades de Ica, Chincha y Pisco, en el departamento de Ica, y Cañete, en el de Lima.

Esta zona fue declarada en emergencia por el gobierno, y se hace todo lo posible por hacer llegar a la mayor brevedad la ayuda humanitaria, al tiempo que los equipos de rescate trabajan contrarreloj especialmente en Ica y Pisco.

Esta última localidad, situada más de 200 kilómetros al sur de Lima, quedó destruida en un 70% y amaneció sin agua, luz y con problemas en las comunicaciones, informó su alcalde, Juan Mendoza, a los medios locales.

Imágenes difundidas por la televisión peruana mostraron decenas de cadáveres regados por las calles y plazas de Pisco.

Los esfuerzos de los equipos de rescate se concentran en la iglesia de San Clemente, que se derrumbó por completo mientras se celebraba un oficio religioso al que asistían cientos de feligreses.

El jefe de Estado peruano, Alan García, llegó a Pisco la mañana de hoy para inspeccionar las ayudas a los damnificados por el temblor y anunció que pronto llegará ayuda internacional.

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