Cultura.- Luis Antonio de Villena y Miguel Dalmau retratan a Jaime Gil de Biedma

Con motivo de la exposición 'La persona y el verbo. 25 años de la muerte de Jaime Gil de Biedma', en la Biblioteca Infanta Elena

Luis Antonio de Villena disertará el próximo lunes 22 de febrero, a las 19,30 horas, sobre la figura del poeta Jaime Gil de Biedma (1929 - 1990), en la Biblioteca Infanta Elena de Sevilla presentado por el director del Centro Andaluz de las Letras, Juan José Téllez. Dos días más tarde, le tocará el turno a Miguel Dalmau, con otra disertación en ese mismo espacio, en el que Pablo Sycet, comisario de la exposición conmemorativa, ejercerá como presentador del acto.

Desde la pasada semana y hasta el próximo día 27 de febrero, el Centro Andaluz de las Letras, el Centro de Estudios Andaluces, la Universidad Internacional de Andalucía y la Fundación José Manuel Lara, entre otras entidades, rinden tributo en Sevilla con una exposición conmemorativa de su vida y de su obra, se recuerda en una nota de prensa.

Lector de W. H. Auden y T. S. Eliot, Gil de Biedma reunió su breve obra lírica bajo el título de 'Las personas y el verbo', sentando las bases de lo que se daría en llamar poesía de la experiencia, que tanta importancia tuvo en Andalucía. La muestra, comisariada por Pablo Sycet, cuenta con numerosos textos autobiográficos, fotografías personales y diversas piezas artísticas de la colección particular del escritor barcelonés.

Bajo el título de 'Vida y poesía con Jaime Gil de Biedma', Luis Antonio de Villena desglosará sus recuerdos e impresiones de un escritor al que dedicó su obra 'Retratos (con flash) de Jaime Gil de Biedma', a quien definió como "un señorito de izquierdas y un hombre mundano, culto, inteligente e ingenioso". Villena se califica a sí mismo más como "un privilegiado testigo" de la peripecia vital de Gil de Biedma, más que un amigo íntimo.

Su trato frecuente les reunió no obstante en la nocturnidad y alevosía de los años 70 y 80. Entonces conoció de cerca a aquel "tenaz agotador de noches", que de día trabajaba como ejecutivo de la Compañía de Tabacos de Filipinas pero que buscaba el placer hedonista y apasionado, un oficio para el que la poesía, a menudo, se convertía en herramienta imprescindible. En el prólogo de dicho libro, Ana María Moix, reseñaba: "Luis Antonio de Villena ha logrado hacer algo muy difícil: retratar al hombre, en toda su intimidad, hasta lo más profundo de su a veces inconfesada intimidad, y hacerlo con un enorme respeto. Yo creo que sí, que puede considerarse amigo de Jaime Gil de Biedma".

Miguel Dalmau, por su parte, es autor de la primera biografía sobre el poeta, aparecida quince años después de su muerte, bajo el título de 'Jaime Gil de Biedma. Retrato de un poeta (Circe)'. Su conferencia, titulada 'Los secretos del biógrafo', abundará en esa cierta esquizofrenia vital del autor y en tres pilares básicos de su peripecia humana, su trabajo como directivo de la Compañía de Tabacos de Filipinas, la poesía y el amor. A juicio de Rosa Mora, en dicha obra, Dalmau presenta a Jaime Gil de Biedma envuelto en "una esquizofrenia controlada", pero que, sin embargo, "a menudo se descontroló en una carrera hacia el abismo".

Dalmau, finalista del premio Anagrama con su ensayo sobre 'Los Goytisolo', presenta en su biografía a un Jaime Gil de Biedma extremo, de poderosa inteligencia, seductor, de elegancia británica, políglota, cosmopolita, curioso y sentimental. A partir del testimonio de cien personas que le conocieron, Dalmau no esconde su prodigiosa memoria, su vasta cultura, y su ingenio dialéctico que sufrieron muchos de quienes se aproximaron a él y muy especialmente Gabriel Ferrater, a excepción quizá de Ana María Moix y Juan y Joaquina Marsé.

A juicio de Dalmau, Gil de Biedma se odiaba a sí mismo y el alcohol podía convertirle en un enemigo imbatible. "Me odio a mí mismo porque tengo que envejecer, porque tengo que morir", llegaba a decir. "Yo creo —afirma su biógrafo— que ese odio parte de un trauma de su infancia que no es otro que el de su despertar al sexo. Sufrió abusos sexuales en la infancia y en la adolescencia por una persona de confianza de su círculo íntimo. Y si en aquel contexto histórico y social el sexo ya era un tabú, el contra natura, como se decía, era doblemente castigado. Su odio nace del sentimiento de culpa".

En la exposición, que puede visitarse en el horario habitual de la biblioteca Infanta Elena, figuran varios poemas autógrafos, numerosas ediciones de sus libros, instantáneas de Colita, pinturas en clave de tributo de cinco jóvenes artistas, objetos personales, su amplia correspondencia —incluyendo sus polémicos comentarios sobre Juan Ramón Jiménez— y hasta las grabaciones del poeta recitando sus versos o los discos que escuchaba —Jacques Brel, Barbara, poemas de William Shakespeare en inglés—. En el ámbito artístico, no faltan los 14 linóleos del Homenaje de Todó y la exclusiva carpeta de grabados Cenizas de amor, del artista Manuel Facal, con poemas de Gil de Biedma y otros autores.

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