El suicida que explotó ayer una bombona de gas cerca de un autobús no estaba fichado

  • Es un ingeniero, extremista religioso y de carácter reservado, según testimonios de su entorno familiar y laboral
  • Sigue atendido por los médicos, después de que la explosión le arrancara un brazo y los dedos de la otra mano.
  • La hipótesis planteada por la policía es que los dos individuos que le acompañaban le animaron a perpetrar un atentado.

El joven herido grave el pasado lunes al hacer explotar una bombona de gas cerca de un autobús con turistas en la ciudad marroquí de Mequínez no estaba fichado por la policía, es un ingeniero, extremista religioso y de carácter reservado, según testimonios de su entorno familiar y laboral.

Hicham Dukkali trabajaba en la antigua ciudad imperial marroquí, a unos 130 kilómetros de Rabat, en la administración de impuestos, organismo que depende del Ministerio de Finanzas, y no era conocido como un activista radical, añadieron las personas consultadas, que pidieron el anonimato.

Al parecer se trata de un hombre muy serio y reservado del que las fuentes recuerdan que siempre se negó a saludar a las mujeres con un apretón de manos.

Dukkali fue trasladado en la noche del martes al hospital militar de Rabat, donde sigue atendido por los médicos, después de que la explosión le arrancara un brazo y los dedos de la otra mano.

La policía que interrogó a los miembros de su familia y a sus colegas de trabajo registró también su ordenador en la oficina donde trabaja para intentar localizar sus contactos.

La hipótesis planteada por la policía es que los dos individuos acompañaron a Hicham hasta la plaza El Hdim y le animaron a perpetrar un atentado, y que pueden formar parte de una célula terrorista activa en Mequínez.

Testigos presenciales han relatado que el joven ingeniero temblaba de modo ostensible antes de hacer estallar la bombona, a tan sólo unos dos metros del autobús, en el que viajaban turistas de varias nacionalidades.

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