Cuando los campogibraltareños aún no se han recuperado del último episodio que amenazó con volver a contaminar estas castigadas aguas, los colectivos ecologistas y partidos políticos recuerdan a las administraciones competentes los riesgos del Estrecho.

El 'bunkering' o trasvase de combustible de un buque a otro en el mar o las gasolineras flotantes que permanecen en aguas próximas a Gibraltar, son sólo algunos de lso ejemplos que destacan los conservacionistas. La encalladura el pasado domingo del buque chatarrero 'New Flame' al suroeste de Punta Europa tras colisionar con el petrolero 'Torm Gertrud', es para estas organizaciones la punta del iceberg.

Por ello, Greenpeace ha pedido al Gobierno que informe sobre la carga que lleva este chatarrero y advirtien del desastre medioambienal que supondría el hundimiento del 'New Flame' en aguas de la Bahía de Algeciras. Verdemar Ecologistas en Acción o Agaden, son otros colectivos que han denunciado en reiteradas ocasiones lo riesgos del tránsito de más de 100.000 buques anuales por el Estrecho de Gibraltar.

Los Verdes incluso ha asegurado que llevará este asunto ante el Parlamento Eropeo, para que le de "amparo" y garantice la seguridad marítima en una zona, que considera expuesta a múltiples castástrofes ambientales.

Bajo control

Las autoridades españolas han informado de que finalmente erá una empresa holandesa, subcontratada por otra griega, la que acometa las labores de rescate y extracción del fuel de los tanques del 'New Flame'. La Wijsmuller fue la encargada de reflotar el Sierra Nava, el buque frigorífico que embarrancó en enero en la bahía algecireña, y más recientemente se ha encargado del 'Don Pedro', accidentado frente a las costas de Ibiza hace a penas un mes.

Ahora sólo falta que las autoridades del Peñón, bajo cuya dirección se encuentran las operaciones, informen de los plazos a seguir y, sobre todo, del momento en que comenzarán las actuaciones.

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