El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, ha rechazado ordenar la distribución de máscaras antigás, pese a los informes de inteligencia en los que se dice que Siria cuenta con misiles capaces de transportar armamento químico o biológico, según ha informado este lunes la radio del Ejército israelí.

La decisión sigue a una serie de medidas adoptadas por Barak para evitar que una acción concreta, como la distribución masiva de máscaras antigás, pueda ser interpretada por Damasco como parte de una estrategia preparatoria de una guerra.

Según estimaciones militares, Siria está cerca de completar el despliegue acelerado de un importante arsenal de cohetes Katyusha y misiles del tipo Scud, capaces de alcanzar Tel Aviv y causar miles de víctimas si transportan en sus ojivas armamento químico o biológico.

Asimismo, un informe de la Comisión parlamentaria para Asuntos de Defensa y el Exterior alertaba el mes pasado de que Israel carece de preparación para afrontar una ofensiva con armamento químico o biológico, y apuntaba que el "nivel de preparación para el escenario de un ataque no convencional es el más bajo en 20 años".

El diputado del grupo opositor Likud, Yuval Steinitz, que lidera el subcomité para el Estado de Preparación de la Comandancia de la Retaguardia, ha condenado la medida adoptada por Barak.

"La decisión de no distribuir máscaras para no preocupar a los sirios me recuerda a la desafortunada decisión de Moshé Dayán (ministro de Defensa en 1973) de no llamar a los reservistas para no alterar a los sirios y egipcios en la víspera de la Guerra del Yom Kipur", ha afirmado Steinitz.

Más de seis millones de israelíes poseían máscaras antigás desde las dos últimas guerras en Irak, la de 1991 y la de 2003, pero el Gobierno israelí decidió en 2004 recuperar dichas máscaras para su reciclaje y posterior distribución en caso de emergencia.