Ballesta: "Jamás nadie en mi presencia vinculó la desaladora con Novo Carthago ni condicionó mis decisiones"

El exconsejero da a entender que apenas se trataba el tema en el Consejo de Gobierno, pues estaba en manos del EPA
José Ballesta, primero por la izquierda, en la Comisión
José Ballesta, primero por la izquierda, en la Comisión
EUROPA PRESS
José Ballesta, primero por la izquierda, en la Comisión

"Jamás nadie en mi presencia vinculó la desaladora con Novo Carthago ni condicionó mis decisiones". Así de contundente ha respondido el exconsejero del Gobierno Regional, José Ballesta, al diputado de Podemos, Antonio Urbina, durante su comparecencia en la comisión de investigación sobre la construcción y puesta en marcha de la desaladora de Escombreras.

En su día se denunció que la construcción de la desaladora de Escombreras habría estado relacionada con los planes del Gobierno regional de llevar a cabo el desarrollo urbanístico del Mar Menor, lo que afectaba al macrocomplejo turístico Novo Carthago mediante el que la promotora Hansa Urbana pretendía construir una urbanización de lujo en un espacio protegido perteneciente al municipio de Cartagena.

Durante la reunión de la comisión se han mencionado planes generales de Ordenación Urbana como el de Puerto Lumbreras o la urbanización Joven Futura, ubicada en Espinardo, en la que actualmente viven 1.500 familias y que también fue aprobado por la Comunidad sin el informe favorable de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS).

"Respeto las decisiones de los tribunales. Nuestra obligación es resolver este problema y en los próximos días tendremos agradables noticias en este asunto", ha dicho antes de recordar que el plan parcial para dicha urbanización se aprobó un par de años antes de que él entrara en el Gobierno.

Los parlamentarios le han inquirido sobre si tuvo constancia de que con se aprovechó la infraestructura para aprobar los planes de ordenación urbana y recalificar los terrenos a fin de favorecer el desarrollo demográfico de la Región. A lo que ha contestado que "no me consta que existiera ese objetivo único y básico con esta infraestructura" y ha apostillado que los desarrollos urbanísticos son competencia de los ayuntamientos, "supongo que cada uno, en el uso de su competencia e independencia decidió el mejor uso para su municipio".

En la mayor parte de sus respuestas, Ballesta ha tenido que recordar a los parlamentarios que él entró en el Gobierno regional en el año 2007, fecha en la que ya estaba en marcha el proyecto y que salió del mismo en el año 2014. "Las decisiones importantes se tomaron cuando dejé el Gobierno en 2014", ha asegurado.

El exconsejero y actual alcalde de Murcia ha dejado entrever que en el Consejo de Gobierno apenas se trataba el tema de la desaladora de Escombreras, pues su gestión la llevaba el Ente Público del Agua (EPA). "A veces se deposita la confianza en los responsables de cada parcela y son ellos los que la llevan", ha manifestado.

Ballesta ha reiterado que no formaba parte del Gobierno regional cuando se toma la decisión de construir y gestionar la desaladora. Es más, según dice, desconoce su ubicación exacta, pues "nunca he estado en ella". Su comparecencia se ha basado, sobre todo, en probabilidades más que en certezas, si bien dice creer que la dirección general del Estado sí tuvo conocimiento directo de los convenios que se habían firmado con los ayuntamientos, así como en la creación del EPA.

A su vez ha negado que su predecesor en el cargo, Joaquín Bascuñana, le informara de la situación y de los planes concretos de la desaladora, a lo que ha añadido que esta infraestructura no era una competencia de la consejería de Obras Públicas, que él dirigía.

En referencia a la ubicación de la planta en dicho lugar, para Ballesta, Escombreras es "un lugar singular" porque aseguraba agua para la industria. "Todo lo q sea apostar y mejorar la industria es apostar por futuro región. No debemos poner cortapisas a esas infraestructuras que mejoran el futuro de la Región", señala.

Asimismo, cree haber estado presente en el Consejo de Gobierno de 2012 en el que se ordenó la extinción de Hidronostrum y Desaladora de Escombreras, aunque no lo recuerda. Dice que en aquella época "se adoptaron medidas extraordinarias para reducir el déficit público" y que el Gobierno regional ordenó la extinción de un centenar más de entes públicos.

Los grupos también le han interrogado sobre si el modelo inicial de gestión debía haber sido de concurrencia pública, aunque él solo se ha limitado a contestarle a su interlocutor "usted sabe cuál ha sido mi gestión en la vida pública, con eso se responde su pregunta".

Sobre la responsabilidad política de esta infraestructura, Ballesta ha advertido que dichas responsabilidades se asumen "de manera personal y no colectiva". A colación de esto, cree que las instituciones se reúnen y plasman el consenso de una comunidad y ha llamado a la responsabilidad de aquellos que en este omento están en las instituciones.

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