Polémica en el Vaticano sobre si los obispos tienen que denunciar sus casos de pederastia

  • La Comisión creada por el papa para la protección de los menores frente a los abusos dentro de la iglesia recuerda que es un "deber moral" denunciar.
  • En un comunicado, critican que la formación oficial que reciben los obispos les anime a no denunciar y a dirimir estos abusos "internamente".
Marie Collins, miembro de la comisión del Vaticano contra la pederastia y la pedofilia.
Marie Collins, miembro de la comisión del Vaticano contra la pederastia y la pedofilia.
GTRES
Marie Collins, miembro de la comisión del Vaticano contra la pederastia y la pedofilia.

El Vaticano parece que no han logrado todavía unificar criterios sobre si los obispos deben o no poner en conocimiento de la Justicia ordinaria los casos de pederastia que se descubran en el seno de la iglesia.

La polémica surge a raíz de los cursos de formación que reciben los nuevos obispos anualmente en el Vaticano antes de tomar posesión de sus cargos.

Al parecer, y según han publicado esta semana medios de comunicación británicos e italianos, en dichos cursos se les insistió en que los obispos no tienen obligación de denunciar en la justicia ordinaria los casos de pederastia, aunque los países así lo exijan, dado que su obligación es "dirimir" cada caso en el seno de la institución.

Este mensaje, incluido en el manual de buenas prácticas de los obispos y redactado por el sacerdote y psicoanalista Tony Anatrella, ha soliviantado a la comisión que el Papa creó en el año 2013 para lidiar con la pederastia en el seno de la Iglesia. Su presidente, el carenal Sean O'Malley, ha publicado un comunicado en el que recuerda que la posición que prevalece es que denunciar ante la justicia civil los abusos a menores "es un deber moral" de los obispos.

"Así como el Papa Francisco ha manifestado claramente que los delitos y pecados de abuso sexual sobre los niños no deben ser mantenidos en secreto nunca más. Nosotros, el presidente y los miembros de la comisión, queremos afirmar que nuestras obligaciones en virtud de la ley civil deben ser respetadas pero incluso más allá de estos requisitos tenemos toda la responsabilidad moral y ética en reportar el supuesto abuso a las autoridades civiles que tienen la tarea de protegerá a nuestra sociedad", añade la comisión en su comunicado.

Entre los miembros de la comisión que más han criticado el manual de formación de obispos de Anatrella está Marie Collins, la única víctima de abusos sexuales que forma parte del grupo designado por el papa. Collins ha lamentado que la curia frustre su trabajo con manuales como éste y con su oposición a la creación de tribunales específicos dentro de la iglesia para juzgar los abusos a menores.

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