El actor Rodolfo Sancho no esperaba, a sus 41 años, arrastrar una legión de fans que le declarasen su amor nada menos que por ser el rey Fernando el Católico y, sin embargo, eso le ha permitido asegurar que la historia de España tiene enormes personajes que darían para hacer "grandísimas películas".

"Quizá no podamos hacer en este país El señor de los anillos pero sí tenemos mucha historia que contar y se puede contar con mucha calidad", afirma el actor en una entrevista para promocionar La corona partida, un drama de pasiones e intrigas políticas que completa un episodio "poco contado" en la serie de Diagonal TV y RTVE Isabel.

"Cuando acabó Isabel tenía la sensación, y supongo que a Irene (Escolar) le pasaría lo mismo —apunta el actor mirando a su compañera de reparto, su "hija" Juana La Loca—, de que no habíamos terminado de contar nuestros personajes".

Dirigida por Jordi Frades, el mismo responsable de los episodios televisivos, y con guion de José Luis Martín, la película llegará el viernes 19 de febrero a 200 salas de cine de toda España. "Se pueden hacer grandísimas películas aprovechando la historia de España, creo que eso sería un acierto para nuestro cine", comenta el actor, quien añade con un gesto de complicidad que, si no, "luego viene Charlton Heston y te hace una película de El Cid".

La broma es un guiño al primer capítulo de la segunda temporada de El ministerio del tiempo, que se emitió ayer precisamente y giraba en torno a la figura de Rodrigo Díaz de Vivar. "O viene Sigourney Weaver, que hacía de reina Isabel, y llega a América en un bote de remos —se ríe Sancho, provocando una carcajada general—. Mejor lo hacemos nosotros, que nos lo conocemos mejor, lo respetamos más y es nuestra historia".

El mejor ejemplo, la interpretación que Poncela hace del cardenal Cisneros, uno de esos personajes "que se agradecen mucho: es fuerte e inteligente, con retranca; era un hombre de acción, muy interesante, y un referente no solo del Renacimiento español sino europeo. Ya no hay hombres como él", resume.

Y Escolar, flamante ganadora del Goya como actriz revelación, compone una Juana La Loca digna de otro "cabezón", aunque ella enseguida niega: "Eso no va a pasar. Estoy muy feliz, es un reconocimiento precioso que está ahí, para mí, y ya no me lo quita nadie, pero no".

Cuenta que el trabajo fue "muy difícil" porque se rodó la película "en muy pocos días", aunque afortunadamente con el mismo equipo artístico y técnico de la serie.

La película, que el director insiste en que "no es un capítulo más largo" de la serie, cuenta las intrigas alrededor de la heredera de la corona de Castilla a la muerte de su madre, la reina Isabel, y de cómo Fernando el Católico y el marido de su hija Juana, Felipe el Hermoso, luchan encarnizadamente por deslegitimar a Juana.

Escolar desvela que, en la película, "hay zonas más viscerales y más oscuras" que en la serie. "Saber qué pasó, no lo sabremos nunca, aunque los guionistas se han documentado muy bien y son muy fieles a la verdadera historia, a mí me parece que podría ser muy real (lo que se cuenta en la cinta)", comenta la actriz, a lo que Frades apunta que es cierta la historia "en un 90 por ciento".

"Es una historia basada en el enfrentamiento de una mujer con su marido, olvidada por su padre, pisoteada, manipulada por todos", comenta Frades, que define su cinta como "clásica", tanto en su puesta en escena, como en su formato y "vale la pena verla en pantalla grande", asegura.

Tanto el vestuario, a cargo de Pepe Reyes, como los escenarios, han tenido que ser rehechos de nuevo, puesto que los de la serie han seguido usándose en la secuela Carlos, Rey Emperador.

Además, es el mismo reparto de la serie: Fernando Guillén Cuervo (Fuensalida), Jacobo Dicenta (Belmonte), Úrsula Corberó (Margarita de Austria), Ramón Madaula (Chacón), Ainhoa Santamaría (Beatriz de Bobadilla) y Jordi Díaz (Cabrera), y José Coronado, como Maximiliano de Habsburgo.