La titular del Juzgado de lo Penal número 4 de Córdoba ha dictado una sentencia por la que condena a penas de ocho años y nueve meses de prisión a un padre de unos 28 años de edad, acusado de golpear a su bebé de cuatro meses y ocasionarle fracturas en ambos lados del cráneo, rotura de cuatro costillas, hematomas en la cara y desgarro del frenillo.

Así lo han confirmado a Europa Press fuentes judiciales y ha adelantado la prensa provincial, que detalla que la magistrada lo considera autor de dos delitos de lesiones y otro de maltrato habitual, por los que también le prohíbe acercarse a su hijo durante 14 años.

Según la sentencia, se considera probado que desde que el acusado obtuvo la guarda y custodia del menor el 29 de abril de 2014 supuestamente le propinó "golpes, achuchones con violencia y agresividad, así como acciones lesivas apretando la cara al menor en ambos carrillos".

Además, el 19 de mayo "golpeó en la cabeza a su hijo de escasos cuatro meses", ocasionándole "fractura biparietal craneal", por la que tuvo que ser ingresado. Tras la exploración del menor por los médicos que le atendieron, igualmente se le apreciaron fracturas de costillas producidas en dos episodios distintos.

Al respecto, la juez recuerda que durante el juicio, el procesado, "con evidente ánimo exculpatorio", sostuvo que no recordaba lo ocurrido el 19 de mayo, pero que le dijo a unos familiares que el niño se había caído de la cama, "porque estaba asustado".

No obstante, añade la sentencia, se cuenta con "la versión clara y contundente" de la pediatra que lo atendió en el hospital, que señaló que la fractura biparietal craneal "no se corresponde con una caída accidental de una cama, al ser en los dos lados del cráneo"; que los hematomas en las mejillas pueden deberse a "agarres violentos y fuertes", así como el desgarro del frenillo, y que la rotura de costillas se ocasionaron en dos momentos distintos.

Mientras, la madre del menor declaró que cuando entregó al acusado el niño este "no tenía nada relevante" y que ella nunca golpeó a su hijo ni lo agarró con violencia.