El candidato a la presidencia del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, ha expuesto hoy ante el Parlamento foral un programa "necesariamente abierto y posibilista", que pretende el máximo apoyo para conseguir una Navarra "sin nubarrones en su horizonte institucional, libre de violencia, solidaria y próspera". Sin embargo, advirtió de que si la legislatura se hace "ingobernable" no dudará en convocar elecciones.

Consciente de su minoría, como ya había anunciado, Sanz brindó expresamente al PSN en su discurso de investidura la oportunidad de colaborar en varias materias, y expuso sus previsiones en materia de relaciones con la CAV, así como en política económica, de bienestar social, educación, salud, obras públicas o turismo.

Apostó, en suma, por el progreso, si bien aseguró que éste "no es propiedad de ideologías, sean de izquierdas o de derechas, nacionalistas o no nacionalistas", una labor que consideró que se ha conseguido en los últimos años con los gobiernos de UPN y para cuya continuidad apeló al apoyo del resto de fuerzas de la Cámara, "especialmente al PSN para que trabajemos juntos por el interés general de Navarra y de todos los ciudadanos".

"No vivimos de espaldas al País Vasco"

En cuanto al programa, dedicó la primera parte a las relaciones con el País Vasco, y aseguró estar "fuera de lugar afirmar que los navarros queremos vivir de espaldas al País Vasco" y subrayó que "los navarros no buscamos confrontación alguna. En todo caso nos defendemos de quienes la buscan queriendo imponer su ideario en contra de la mayoría", dijo Sanz a la audiencia.

Se trata de su programa para ser investido presidente del Ejecutivo de Navarra, al que el sábado accederá en minoría por contar sólo con el apoyo previsto de los 22 parlamentarios de su grupo y los 2 de CDN.

En su cuarto mandato consecutivo, Sanz se apoyará en el pacto firmado ayer por UPN y CDN, reedición del de la anterior legislatura, que en esta ocasión "deja espacio" a que en el futuro se pueda integrar el PSN, que se abstendrá en la votación pero cuyo secretario general, Carlos Chivite, negó ayer "ningún compromiso previsto, ni ahora ni en un futuro inmediato".

Mañana, el resto de grupos

Mañana le tocará el turno al resto de grupos, que acabarán votando para elegir al presidente. Dadas las posiciones ya anunciadas por los grupos, Sanz no conseguirá su proclamación como presidente en la primera votación, ya que tan sólo recibirá el apoyo de UPN (22 escaños) y CDN (2), mientras que PSN (12) ha anunciado su abstención, y NaBai (12) e IUN (2) su voto en contra.

Por tanto, se da por seguro que habrá que recurrir a la segunda votación, que está prevista un día después, el sábado, aunque entonces para obtener la confianza de la Cámara será preciso el respaldo de la mayoría simple de los parlamentarios, más votos a favor que en contra, que darán la presidencia a Sanz.