Mirta Núñez, sobre las calles franquistas de Madrid: "Carmena se ha precipitado al criticarnos"

  • La directora de la cátedra que asesoraba al Ayuntamiento sobre el cambio de las calles franquistas insiste en que la lista con nombres de intelectuales "no era oficial".
  • Mirta Núñez, catedrática de Historia de la Complutense, ve en la polémica una estrategia política para debilitar a Manuela Carmena.
  • Sin embargo, la cátedra de la Complutense ha decidido dejar de asesorar al Ayuntamiento por las críticas de la regidora a la lista publicada.
  • "Nosotros no lo hemos hecho mal. No nos han dejado terminar".
  • Sobre la inclusión de intelectuales, Núñez cree que era algo "a debatir".
Mirta Núñez, primera por la derecha, es la directora de la cátedra sobre memoria histórica de la UCM.
Mirta Núñez, primera por la derecha, es la directora de la cátedra sobre memoria histórica de la UCM.
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Mirta Núñez, primera por la derecha, es la directora de la cátedra sobre memoria histórica de la UCM.

Cuando arrecian las críticas a la Cátedra de la Complutense 'Memoria Histórica del siglo XX' que ella dirige —tras la filtración de una lista de calles franquistas de Madrid en la que constan Dalí, Manuel Machado o Bernabéu— Mirta Núñez insiste en que ese listado no era su propuesta oficial y compara la polémica que ha suscitado con la detención de los titiriteros: "Son un medio para un fin. Vehículos para erosionar al Ayuntamiento de Carmena".

¿Validó usted la lista de calles franquistas en la que figuran Dalí o Manuel Machado?

Esta lista no es nuestra, es apócrifa. Nosotros no la habíamos validado. Yo dirijo la cátedra, pero el proyecto lo lleva un equipo formado por cuatro personas (Sergio Gálvez, Julián Vadillo, Antonio Ortiz Mateos y José Muga). Ellos, como equipo, no han dado a conocer el listado tampoco. Era la lista de uno de los miembros. Nos la atribuyen, pero no la reconocemos como nuestra. El 22 de abril se iba a presentar el bloque total de las propuestas de cambio de toponimia. Pero ya no va a poder ser, el equipo ha dimitido.

Pero, ¿era un listado con el que estaban trabajando tal vez?

Es una lista propia de uno de los miembros del equipo, de Antonio Ortiz Mateos, que es un historiador muy respetable que ha tratado durante años este tema, pero de forma independiente.

¿El error ha sido dar a conocer una lista preliminar?

Yo respaldo al equipo, en sus logros y en sus errores. Sí por supuesto, es un error. Pero no es nuestro error porque la lista no había sido consensuada ni como equipo ni por la cátedra. La íbamos a estudiar. Y la íbamos a dar a conocer públicamente el 22 de abril.

Finalmente no será así porque la Cátedra ha renunciado a asesorar al Ayuntamiento en temas de Memoria Histórica.

El equipo ha dimitido por la falta de apoyo por parte del Ayuntamiento. Manuela Carmena se ha precipitado en criticar y en denostar la labor de la cátedra sin preguntarnos al equipo o a la directora si esa lista era realmente nuestra. Ha caído en la trampa tendida. Quiero señalar que, incluso a pesar de lo que ha dicho, creo que es una persona honesta, que se ve sobrepasada por los acontecimientos y creo que el hecho de que el Ayuntamiento pretenda llevar a cabo el cambio de los nombres de las calles es algo muy bueno, aunque el trabajo previo no lo hagamos nosotros.

¿Hubiera aprobado usted una lista en la que figuran artistas e intelectuales?

No, no... Antes de haber presentado nada lo hubiéramos discutido. Incluso aunque yo no era parte del equipo hubiera dado lugar a polémica interna. Yo creo que sería muy cuestionable. Habría que determinar una línea, abrir un debate: ¿En qué lugar situamos el mundo de la cultura?

¿Hubiera vetado algún nombre?

No quiero entrar en detalles, creo que habría que tratarlo con especial minucia. Porque son personas muy reconocidas. Habría que definir bien los postulados y la doctrina.

¿Qué le han parecido las críticas?

Las críticas a la cátedra son un medio para un fin. Para una determinada parte de la política nosotros somos un vehículo para atacar al ayuntamiento. Realmente esa es la finalidad. Por ello hemos tenido una atención que ya hubiéramos deseado en otro momento. Esto es como lo de los titiriteros, somos vehículos para erosionar al Ayuntamiento de Carmena.

También ha habido polémica por el contrato, porque el Ayuntamiento les pagó 17.999 euros, un euro menos de lo que exige la ley para sacarlo a concurso...

Nunca se llegó a firmar ese contrato. Estaba pensado para cuando se entregase el plan de cambio. Nunca se cobró y no se firmó. Yo no he cobrado nada. No ha cobrado nadie del equipo. Se quedó en que una vez que se entregase se discutiría. No estaba predeterminado. Mi aportación al trabajo era de tipo voluntario y honorífico.

¿Pero se ha publicado la minuta al detalle?

Esa información es del Ayuntamiento, es su propuesta, porque los contratos tienen que ser públicos.

¿Cree que la lista definitiva hubiera suscitado también polémica?

Cualquier lista es polémica porque hay una voluntad de sacar a la luz a aquellos que estaban ocultos durante el franquismo. Pero hay que hilar muy fino... Y no nos han dado la oportunidad.

Hay quien les acusa de revanchismo ideológico.

En política lo falto de ética es entrar en ámbitos personales. Respecto de las ideas se puede debatir de cualquier forma, menos con los puños. Pero nosotros siempre quisimos sacar de las catacumbas aquello que ha estado oscuro, olvidado, que voluntariamente se ha pretendido borrar, que era un silencio objetivo del franquismo. Queríamos arrojar luz sobre eso.

Insisto una vez más, ¿cómo directora de la cátedra habría vetado alguno de los nombres de la lista?

No quiero volver sobre eso. Habría que haberlo debatido, realmente haber decidido cómo tratar el mundo de la cultura. Porque hay figuras incontrovertibles, como los generales golpistas. El General Yagüe es incontrovertible, pero hay aspectos de otras figuras que se prestan más a debatir.

¿Salvador Dalí o Manuel Machado, por ejemplo?

Con el General Yagüe, insisto, no hay controversia. Era el jefe de las unidades que tomaron Badajoz y que provocaron un asesinato masivo. Pero con aquellos que evidentemente no llevaron en sus manos un arma ni provocaron derramamiento de sangre hay que tratar las cosas de otra manera.

La Complutense ha dejado en suspenso la cátedra. ¿Se ha planteado dimitir?

Vamos a ver. Este tema es una necesidad. Yo no he dimitido. Sí pongo mi cargo a disposición del rectorado (de la UCM) y de las asociaciones que conforman la cátedra. Yo creo que nosotros no lo hemos hecho mal. No nos han dejado terminar. Esa lista no es oficial. No ha sido posible. Pero insisto, es una necesidad que se haga el cambio de las calles, con él se haría justicia y volvería a la luz ese Madrid progresista que ha luchado contra la dictadura, lo hagamos o no nosotros.

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