El Gobierno de Castilla-La Mancha prevé recaudar este año 300,7 millones mediante el Impuesto de Donaciones y Sucesiones —214,1 mediante sucesiones y 86,5 mediante donaciones—, lo que supone 83,1 millones más que en 2015 cuando la estimación era de 217,6 millones —180,6 de sucesiones y 37 con donaciones—.

El consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, explicó este martes sobre este impuesto que se aumenta la bonificación del 95 al 100% para bases liquidables inferiores al 175.000 euros, por lo que el 98% de las declaraciones estarán exentas. Además, las donaciones inferiores a 120.000 euros no sufrirán modificación.

Así consta en el apartado de beneficios fiscales del Proyecto de Ley de Presupuestos de la Junta de Castilla-La Mancha para 2016, consultado por Europa Press, que estima que los beneficios fiscales procedentes de los tributos sobre los que la Junta posee capacidad normativa recauden un total de 398,1 millones frente a los 314,7 millones de 2015.

Del mismo modo, el Gobierno de Emiliano García-Page estima una recaudación por medio del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) de 10 millones de euros en 2016, frente a los 17,6 del pasado ejercicio.

Además, en cuanto a los impuestos indirectos, prevé una recaudación en el impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados de 75,8 millones de euros.

Finalmente, sobre consumos específicos, el Ejecutivo castellano-manchego prevé este año recaudar 11,4 millones en el tipo autonómico del Impuesto sobre Hidrocarburos, así como 7.232 euros en los impuestos sobre determinadas actividades que inciden en el medio ambiente.