El abogado especializado en Memoria Histórica y Derechos Humanos Eduardo Ranz presentará ante la Federación Española de Municipios y Provicias (FEMP) y ante tres diputaciones provinciales andaluzas escritos para que se cambien los nombres de tres pedanías de la región que conservan nombres franquistas o, en su defecto, se les retiren las subvenciones y ayudas públicas que reciban.

Se trata de Villafranco del Guadalhorce (Málaga), Bembézar del Caudillo (Córdoba) y Queipo del Llano (Sevilla), que, según ha explicado a Europa Press el abogado, que ha incidido en que al mantener en sus denominaciones menciones al dictador Francisco Franco y a otros protagonistas de la dictadura están vulnerando el artículo 15 de la Ley de Memoria Histórica.

En ese sentido, Ranz ha recordado que "es obligación de las administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomar las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura".

"No existe mayor exaltación de la Guerra Civil y la dictadura que mantener el nombre de los máximos exponentes de ellas, en el apellido del pueblo, y por tanto, no existe mayor incumplimiento de la norma", ha subrayado el abogado.

En total, las quejas ante las diputaciones provinciales y la FEMP se centran en once municipios españoles. Además de los andaluces son los de Águeda del Caudillo (Salamanca); Alberche del Caudillo (Toledo); Guadiana del Caudillo (Badajoz); Llanos del Caudillo (Ciudad Real); Villafranco del Guadiana (Badajoz), Quintanilla de Onésimo ( Valladolid), Alcocero de Mola (Burgos) y San Leonardo de Yagüe (Soria).

Contra los alcaldes de estos ocho de fuera de Andalucía, Ranz también presentará denuncias por un delito de incitación al odio, penado con cárcel entre uno y cuatro años y multa de seis a doce meses. El abogado no presentará denuncia contra las andaluzas por tratarse de pedanías.

Por último, Ranz mantiene que "de la misma forma que en Europa no existe una 'Colonia de Hitler' o un 'Trastevere de Mussolini', lo razonable en España es una denominación democratizada de los pueblos". "Los apellidos de estos pueblos surgieron al calor de la dictadura, por el miedo de ella, y son denominaciones que antes de la dictadura no existían", incide el abogado, para quien estos pueblos "merecen una denominación propia y no impuesta".