Tribunales.- El padre acusado de violar a sus dos hijos pequeños dice que "todo es mentira"

La Sección Segunda de la Audiencia de Jaén ha juzgado este lunes a un padre acusado de violar a sus dos hijos y también a la madre de los pequeños por conocer los hechos y no hacer nada por evitarlo. El matrimonio formado por Ramón C.P., de 35 años, y Manuela L.G., 36 años, se ha sentando en el banquillo afirmando que "todo era mentira" y que ellos eran inocentes.
El acusado es conducido por la Policía a la sala de vistas
El acusado es conducido por la Policía a la sala de vistas
EUROPA PRESS
El acusado es conducido por la Policía a la sala de vistas

La Sección Segunda de la Audiencia de Jaén ha juzgado este lunes a un padre acusado de violar a sus dos hijos y también a la madre de los pequeños por conocer los hechos y no hacer nada por evitarlo. El matrimonio formado por Ramón C.P., de 35 años, y Manuela L.G., 36 años, se ha sentando en el banquillo afirmando que "todo era mentira" y que ellos eran inocentes.

El juicio se ha celebrado a puerta de cerrada para preservar a los menores, que en el momento de los hechos contaban con 6 y 3 años. El sumario de la causa está conformado por más de 1.700 folios. Los acusados se enfrentan cada uno de ellos a 24 años de prisión que es lo que le solicita el Ministerio Fiscal.

Fuentes judiciales confirmaron a Europa Press que los acusados se han declarado inocentes durante el juicio que ya ha quedado visto para sentencia. Los dos han coincidido en declarar que "todo era mentira", según las mismas fuentes.

El acusado ha llegado a la Audiencia conducido por la Policía ya que se encuentra en prisión por otra causa, mientras que Manuela L.G. se encuentra en libertad a la espera del resultado del juicio.

Ramón C.P. y Manuela L.G. están acusados por el Ministerio Público de dos delitos continuados de abuso sexual por los que les reclama, además de la pena de prisión, la prohibición de acercarse a menos de 500 metros a los menores y de comunicarse durante 15 años, así como la privación de la patria potestad. Asimismo, Fiscalía reclama 20.000 euros de indemnización para cada uno de los pequeños.

Los hechos, según el escrito provisional del fiscal, ocurrieron con anterioridad a 2011, fecha en la que los Servicios Sociales de la Junta de Andalucía declararon a los menores en desamparo por "los factores de riesgo" detectados en los progenitores. Entonces, los menores, una niña y un niño, contaban con cinco y tres años respectivamente y ya habían sido objeto, según relata el fiscal, de los abusos sexuales a los presuntamente sometió su propio padre.

La fiscal relata que el acusado sometió a su propia hija a "diferentes prácticas sexuales" que abarcaban las relaciones completas hasta la introducción de diversos objetos en los genitales de la menor. Estas mismas prácticas, según recoge el Ministerio Fiscal, las llevó a cabo también con el niño.

La madre, también acusada en esta causa, conocía lo que estaba ocurriendo con sus hijos aunque "en ningún momento procedió a impedir o evitar la consumación de dichos actos ilícitos". De hecho, el escrito apunta a que Manuela L.G. fue testigo directo de alguna de las agresiones "sin que hiciera nada para impedirlo" y que a la menor le decía que "no contara nada a nadie".

Los informes psicológicos realizados a los menores con posterioridad, recogen que la niña y el niño padecen "alteraciones graves en el área sexual y daño severo en áreas emocionales".

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