Los compañeros de Raquel Gago dicen que tenía problemas para afrontar situaciones conflictivas

  • Los ocho policías locales de León que han testificado este lunes han asegurado que no era apta para situaciones de tensión o violentas.
  • A partir del martes se abordarán los informes forenses y psiquiátricos.
La Policía Local Raquel Gago, Monstserrat González y su hija Triana Martínez, acusadas por el crimen de Isabel Carrasco.
La Policía Local Raquel Gago, Monstserrat González y su hija Triana Martínez, acusadas por el crimen de Isabel Carrasco.
EFE
La Policía Local Raquel Gago, Monstserrat González y su hija Triana Martínez, acusadas por el crimen de Isabel Carrasco.

Ocho policías locales de León han coincidido este lunes en destacar la sorpresa que les provocó la supuesta implicación de su compañera Raquel Gago en el asesinato de la dirigente del PP Isabel Carrasco, y han declarado que era una "buena" agente aunque no apta para situaciones de tensión o violentas.

El juicio por el crimen de Isabel Carrasco, que murió tiroteada el 12 de mayo de 2014, ha abierto este lunes su cuarta semana con el testimonio de estos ocho policías locales de León, todos ellos compañeros de Raquel Gago, una de las acusadas por el crimen.

Estos testigos habían sido solicitados por el letrado José Ramón García, que representa a Montserrat González y a su hija, Triana Martínez, las otras dos acusadas por el asesinato de la presidenta de la Diputación de León. Precisamente, el letrado de Montserrat González y Triana Martínez, que ya anunció la pasada semana que renunciaba a formular preguntas a estos testigos, no ha asistido a la sesión por motivos profesionales.

José Ramón García, que tiene previsto reincorporarse el martes a la vista, ha sido sustituido por otro letrado. Con las declaraciones de este lunes han concluido las pruebas testificales y a partir de mañana se abordarán los informes forenses y psiquiátricos.

Los ocho agentes que han declarado esta mañana han coincido en que Raquel Gago era una buena policía aunque, como ya han testificado otros compañeros en sesiones anteriores, han subrayado que no se caracterizaba por tomar la iniciativa en situaciones comprometidas. No obstante, ninguno de ellos ha dudado de su capacidad para ejercer la profesión, aunque sí han comentado que parecía obvio que no se trataba de una policía vocacional.

Algunos de los agentes que han testificado durante la mañana de este lunes han recordado situaciones comprometidas en las que Raquel Gago se quedó voluntariamente en un segundo plano. También han señalado que en ningún momento pusieron estas carencias en conocimiento de los responsables del Cuerpo porque no se trataba de nada fuera de lo común, aunque algunos agentes han admitido que no era la compañera ideal para patrullar por las calles.

Estos agentes han sido interrogados especialmente por el letrado Fermín Guerrero, que representa a Raquel Gago, quien ha tratado de demostrar la incapacidad de su patrocinada para participar en actos violentos. También ha preguntado a todos y cada uno de los testigos si la supuesta implicación de Raquel Gago en este crimen les sorprendió, a lo que todos han contestado afirmativamente, e incluso alguno ha llegado a declarar que parecía algo "increíble". Igualmente, ha hecho hincapié con sus preguntas a la escasa afición por las armas que tenía Raquel Gago.

Los hechos

Raquel Gago, al igual que las otras dos acusadas, se enfrenta a veintitrés años de prisión: veinte por un delito de asesinato en concurso ideal con otro de atentado a la autoridad, y tres más por tenencia ilícita de armas.

Esta policía entregó en la Comisaría de León el arma homicida treinta horas después del crimen y explicó que la había encontrado en su coche sin saber cómo había llegado hasta allí, aunque sospechaba que la había dejado allí su amiga Triana Martínez, con quien coincidió "casualmente" minutos después del asesinato. Inicialmente quedó en libertad, pero el 16 de mayo de 2014 la titular del juzgado número 4 de León, Sonia González, que instruyó el caso, decretó su ingreso en prisión tras tomarle declaración.

Montserrat González declaró ante el tribunal que es la única responsable de la muerte de Isabel Carrasco y admitió que estaba "obsesionada" con ella porque había echado a su hija de la Diputación de León, donde ocupaba una plaza interina como ingeniera de telecomunicaciones, e igualmente consideraba que había cercenado su carrera política en el seno del PP.

La autora confesa del asesinato, que ha exculpado a las otras dos acusadas, explicó que la relación de su hija con Isabel Carrasco se torció al negarse la joven a mantener relaciones sexuales con la dirigente política del PP. El fiscal, Emilio Fernández, recalca que no le cabe duda alguna sobre la culpabilidad de Raquel Gago en función de las pruebas que pesan contra ella, como que tomara café con Montserrat y Triana media hora antes de cometerse el crimen o que recibiera una llamada telefónica de la segunda instantes después de que Isabel Carrasco fuera tiroteada.

Considera que no es creíble que, tras esa llamada de diecisiete segundos, se encontrara casualmente con su amiga Triana Martínez en una calle del centro de León diez minutos después del crimen, y que ésta introdujera el arma homicida en su coche sin que ella se apercibiera.

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