La antigua denominación de “enfermedades venéreas”, que todavía podemos leer en algunos anuncios, tiene su origen en Venus diosa del amor carnal para los romanos, porque comúnmente suele considerarse a las prostitutas como fuente y origen de este tipo de infecciones, y a los infectados como justamente castigados por sus pecados.

En la actualidad se prefiere el término ETS porque es más descriptivo y evita una actitud despectiva hacia las mujeres y hacia los infectados.

Enfermedades de 2ª generación

Vamos a comentar las enfermedades llamadas de segunda generación, muchas de ellas de origen vírico, aunque no todas.

En las últimas décadas han ido apareciendo nuevas enfermedades que no se relacionaban con el sexo y ahora sí, como el síndrome intestinal que se produce en las personas que gustan de las relaciones anales.

Las enfermedades de segunda generación más frecuentes son:

No hay que olvidar que muchas de estas enfermedades además de trasmitirse horizontalmente de adulto a adulto también se transmiten verticalmente, es decir, de la madre al niño, durante el embarazo, el parto o a través de la lactancia, causando alteraciones en le desarrollo del feto, abortos espontáneos o malformaciones congénitas.

Los programas de lucha contra estas enfermedades tienen dos objetivos fundamentales: el primero y principal interrumpir la transmisión para que el agente infeccioso no siga propagándose.

Esto se consigue enseñando a la población a acudir al médico a los primeros síntomas y abstenerse de relaciones sexuales hasta que el médico no dé el alta.

El segundo objetivo es prevenir las complicaciones de la enfermedad y sus consecuencias, para ello es bueno promover el uso de preservativos cuando se tienen relaciones sexuales con desconocidos/as.

Y por último, no considerar a los afectados como apestados, apoyarlos es de vital importancia para que cualquier programa de control de las ETS tengan éxito.

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