Este informe anual refleja que, aunque todavía no las hay de cinco estrellas, sí se pueden encontrar ya en el mercado las de cuatro. El análisis destaca que todas las sillas analizadas tienen al menos tres estrellas y que «los progresos son innegables». El estudio de la OCU se basa en un procedimiento más estricto que el de homologación europea, y se centra, sobre todo, en la prueba del impacto frontal en caso de accidente. Por otro lado, otro informe,  hecho por el RACC en 28 sistemas de sujeción disponibles en Europa, indica que el 50% de las sillas son buenas y el 45% recomendables con reservas.