De este modo, los cuatro concejales se mantendrán en el Grupo socialista, por lo que no se cumplirá la amenaza de la que fuera presidenta de la gestora, Cristina Narbona, respecto a su posible expulsión del PSOE. Se pone fin además a la tercera crisis en el Consistorio leganense.
El propio Robles ha sido el encargado de informar de que tras las reuniones mantenidas con el alcalde de Leganés, Rafael Gómez Montoya, y con los cuatro concejales díscolos, la situación en el municipio se encuentra "desbloqueada". "Destacar el mensaje de tranquilidad que desde esta dirección hemos venido dando a los leganenses ya que su Gobierno municipal está en buenas manos, en manos progresistas, las de unos hombres y unas mujeres que quieren lo mejor para sus vecinos", apuntó Robles.
También afirmó que tras un diálogo "fluido", en el que "se han puesto muchos puntos en común", quedó patente la intención de todos los ediles socialistas en el Ayuntamiento de Leganés de "seguir trabajando para transformar y desarrollar una ciudad que es referencia dentro y fuera de España".
Así las cosas, en la primera semana del mes de septiembre, tendrá lugar el Pleno de organización municipal que no pudo celebrarse en julio y se aprobará el reglamento orgánico de funcionamiento del Consistorio "con absoluta normalidad institucional", dijo el secretario de Política Municipal.
Afianza el pacto PSOE-IU
El acuerdo afianza por tanto el pacto de Gobierno entre PSOE e IU, tras la moción de censura presentada contra el Ejecutivo de Guadalupe Bragado (PP), quien cogió el bastón de mando al fracasar las primeras negociaciones entre PSOE e IU, a pesar de haber gobernado la pasada legislatura sin problemas.
Los cuatro ediles críticos habían advertido al PSOE que, de no resolverse esta crisis, no entregarían sus actas de concejal y pasarían a constituir el Grupo mixto, lo que hubiese dejado en una difícil situación al Gobierno de izquierdas para obtener mayorías, al quedarse con diez ediles, frente a los doce del Partido Popular.
Estos cuatro concejales representan a la corriente opositora al alcalde, y durante las elecciones del pasado 27-M se opusieron a su designación como candidato sin un proceso de primarias.
Finalmente, pactaron una candidatura conjunta al acordar que al menos cuatro de los concejales de la corriente ´guerrista´ entrasen en los diez primeros puestos de la lista. La pasada semana, la crisis se agudizó cuando, tras el reparto de concejalías de Gobierno, los cuatro ediles críticos decidieron no aceptar la oferta del equipo de Montoya.
Sin embargo, tras las reuniones mantenidas, los cuatro concejales aceptaron las delegaciones que desde un primer momento se les ofrecía y así, Santiago Llorente se encargará de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Laura Oliva estará al frente de Seguridad Ciudadana, María José Banegas se ocupará de Salud y Consumo y Juan Antonio González, de Desarrollo Local y Empleo.
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