El carnaval de Venecia, que este año se celebrará hasta el 9 de febrero, se ha iniciado bajo estrictas medidas de seguridad después de la amenaza terrorista y los atentados perpetrados en París el pasado 13 de noviembre.

Según publicó El Corrieri della Sera, la policía acordonó la plaza de San Marcos y habilitó cinco entradas, de manera que los asistentes -enmascarados o no- se vieron obligados a identificarse para poder acceder al interior de la misma.

El objetivo de esta medida policial reside en garantizar la máxima seguridad en un festival que este año, a la luz de los acontecimientos, se ha visto empañado por la amenaza terrorista.

La policía, que había colocado detectores de metales en las cinco entradas de la plaza, pidió a los enmascarados que se despojaran de las máscaras para facilitar el reconocimiento. Según los asistentes, esta actuación policial provocó colas de 3 o 4 minutos.

Una pareja parisina aseguró no sentirse sorprendida por las medidas adoptadas: "Es normal. Después de París, es necesario para garantizar la seguridad. No podemos cambiar nuestros hábitos".