¿Cuando se muestran los primeros síntomas de identidad sexual?

¿A qué edad conocemos nuestras tendencias sexuales?.
¿A qué edad conocemos nuestras tendencias sexuales?.
¿A qué edad conocemos nuestras tendencias sexuales?.

Es extremadamente importante que los niños de tres a seis años hayan establecido con claridad su identidad sexual, es decir, que sepan los que son y los que se espera de ellos.

El nombre, el género y la esperanza de ser en el futuro un hombre o una mujer son hitos imprescindibles en la educación sexual infantil. Es esta una fase de curiosidad, desde la constitución del propio cuerpo y las diferencias o similitudes con el de los demás, hasta las sensaciones placenteras que produce.

Aparecen las preguntas sobre la reproducción, el origen de los bebés, se instauran los juegos de investigación sexual como a médicos o a papás y mamas; observan con atención lo que sucede entre los adultos que los rodean, tanto en la propia familia como en la televisión o en el cine.

Suelen establecer relaciones afectivas tanto homo como heterosexuales con niños o niñas mayores (6 a 9 años) o con adultos de la familia con los que se sienten especialmente unidos, suelen enunciar la pregunta: ¿mamá o papá, cuando sea mayor te casarás conmigo? La respuesta debe ser sincera y enérgica por ejemplo: No puedo casarme contigo porque ya estoy casado/a con mamá/papá.

Nunca deben darse falsas esperanzas o reírse de su ingenuidad. Aparece la masturbación, la mayoría suelen hacerlo estirando o pellizcando el pene o el clítoris, algunos frotándose contra la cama o contra algún mueble.

Esta conducta no es síntoma de ningún problema es simplemente la expresión de una sexualidad sana, la misión de los padres es socializar estas conductas no reprimirlas, deben indicar al niño que en público no son adecuadas como no lo son las de defecar u orinar pero que son buenas en privado.

No es bueno reprimirlas llevando la atención de los niños hacia otra cosa o impidiendo la conducta sujetando sus manos o de formas aún mas violentas. Tampoco es bueno permitir que se expresen libremente ya que la educación sexual debe empezar al mismo tiempo que el resto de las demás normas de convivencia.

En esta etapa aparecen también los juegos eróticos explícitos con otros niños. La actitud con respectos a estos juegos debe de ser la misma que con respecto a la masturbación, de respeto cuando se realicen en la intimidad, de socialización correcta cuando se hagan en público.

No obstante la mayoría de los niños aprenden muy pronto a esconderse para jugar a este tipo de juegos. En un estudio muy interesante realizado por Kolodny en el año 1980 el 80% de los niños y niñas antes de los seis años habían participado en juegos explícitamente sexuales, homo u hetero con compañeros o entre hermanos en privado, sólo un 4% lo había hecho en público.

En esta etapa también aparecen las fantasías sexuales y los primeros enamoramientos, estas experiencias enseñan al niño/a a relacionarse con los demás y colocan las vallas y las señales de prohibido en el mapa erótico por lo que son decisivas para el ulterior desarrollo de su sexualidad.

No es positivo que los padres reaccionen con alarma u hostilidad ante la presencia de estos juegos en sus hijos, es mucho más efectivos un sano enfoque que incluya comprensión e información sexual, sin trasmitir el miedo que esas conductas suelen provocar. Mantener un diálogo sin someter a los hijos a un tercer grado y considerando natural lo que hagan tanto si se expresan sexualmente como si no.

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