La ópera verdiana 'Otello' llega los próximos miércoles, viernes y domingo al teatro Calderón de Valladolid envuelta en "profundidad shakesperiana" y con un Yago convertido en 'alter ego' del director de escena.

El escenógrafo Paco Azorín ha asegurado que el que se verá en Valladolid esta semana será un "Otello de primera línea" cuya puesta en escena refleja su amor por el dramaturgo británico, razón por la que ha buscado resarcir la "poda" de texto que hizo Arrigo Boito con el libreto con la devolución al montaje de ese "aroma shakesperiano".

De este modo, tanto el ambiente como los personajes están impregnados de esa profundidad propia de Shakespeare en un momento, el actual, que según Paco Azorín está marcado por la superficialidad, en los 140 caracteres del "titular".

"Lo arriesgado y moderno es la profundidad", ha defendido antes de vincular esta consideración con su apuesta por la profundidad para un montaje marcado por la psicología de los personajes y por la realización de una lectura "singular, única".

El director de escena apunta al personaje de Yago, interpretado por Rodrigo Esteves, como la persona que "verdaderamente" ocupa su puesto ya que desde el escenario "teje y urde" todo lo que ocurre. "Estoy en el límite entre dentro y fuera del escenario", precisa el cantante, quien explica que junto a seis esbirros "manipula" tanto a las personas como el propio escenario.

'OTELLO', 16

Años después de 'AÍDA'

Azorín ha aplaudido que el director musical, Sergio Alapont, mire al escenario y "comprenda" lo que ocurre sobre él, testigo que ha recogido el director, quien se ha explayado en la explicación sobre 'Otello', fruto de cuatro años de esfuerzo de la mujer de Verdi y de Boito para convencer al compositor de retomar su trabajo 16 años después de 'Aída'.

Al menos un buena voz de Otello, además de respeto a Verdi y a Shakespeare, son necesarios para afrontar un proyecto operístico como este, que el compositor afrontó con "pasión, creatividad y novedad" pero sin ser "excesivamente vanguardista", según Alapont, quien ha ensalzado "la fuerza sin precedentes" del comienzo de 'Otello', el doble dueto del cuarteto del segundo acto, el "gran dueto" del tercer acto y el dueto final de Desdémona del cuarto y último, que para Azorín deja de ser "epílogo musical".

La Orquesta Sinfónica de Castilla y León (OSCyL) vuelve al foso del teatro Calderón con este proyecto, del que Azorín ha destacado el "cansancio y la fatiga vital" de Otello, interpretado por Fabio Armiliato, quien cantará por primera vez en el Calderón de Valladolid, y la curiosidad de Desdémona, a quien encarna Isabel Rey.

En el marco de la rueda de prensa de presentación, Rey ha apuntado al primer "reto" de "estar a la altura" de Armiliato y al segundo, que es la partitura. "No es un rol fácil, tiene un inicio en lo más alto de la emoción humana", explica la intérprete, quien recuerda que "al límite de sus fuerzas físicas", en el cuarto acto, Desdémona tiene su aria.

Armiliato ha coincidido con ella en lo referente a las dificultades vocales de esta ópera y de sus papeles mientras que Esteves, quien no formaba parte inicialmente del montaje, de ha detenido en explicar las características de Yago, su personaje, una persona "manipuladora" de la que busca mostrar el proceso que le lleva a ser y comportarse como lo hace.

"Es muy inteligente, muy carismático", asegura el cantante, quien fruto de esas virtudes vive angustiado por las dudas e incertidumbres vitales por las que atraviesa. "Es la dualidad de jugar y sufrir", defiende antes de insistir en que se trata de un personaje que "sufre mucho".