El tribunal que juzga al doctor Carlos Morín y a otros 10 acusados de un centenar de abortos supuestamente ilegales ha autorizado al médico y propietario de las clínicas a no estar presente en el juicio por sus problemas de salud, aunque sí deberá acudir el día que le corresponda declarar y en la última sesión de la vista, prevista para el 10 de marzo.

Al reanudarse este lunes el juicio que se celebra en la Audiencia de Barcelona, el presidente del tribunal ha considerado que las circunstancias alegadas por la defensa son "suficientes" para avalar que Morín no esté, después de que, además, el viernes -primer día de juicio- un médico forense examinase su estado de salud.

El juez ha aceptado también la solicitud de que su mujer -también acusada- no deba acudir a las sesiones del juicio para que pueda cuidarle, pero, igual que él, deberá estar cuando le toque declarar y en la sesión final; en el caso de ella, el tribunal reconoce que ha tenido dudas de si aceptar la petición aunque finalmente ha valorado "la necesidad de que sea asistido".

Tanto Morín como su mujer han acudido este lunes a la Audiencia y él no ha llegado a entrar en la sala, mientras que su pareja sí lo ha hecho, pero ha abandonado el juicio una vez el juez ha resuelto permitir que no estén.

El tribunal ha rechazado la petición de casi todas las defensas de que las mujeres que abortaron de forma supuestamente irregular no debieran acudir a declarar presencialmente y en su lugar se reproduciera en la sala el DVD de sus comparecencias en el primero de los juicios con el fin de no hacerles volver a pasar por este trance.

En la sesión del viernes, la Fiscalía también se opuso a esta pretensión de las defensas: "Sé que es impopular que diga esto, pero elementales puntos del proceso penal impiden que el ministerio fiscal se adhiera a esta propuesta", dijo entonces la fiscal, y añadió que estarían haciendo lo contrario de lo que pide el Tribunal Supremo (TS).

El juicio ya se había celebrado a finales de 2012 y acabó con la absolución de los 11 acusados pero, tras un recurso de la Fiscalía, el Supremo obligó a la Audiencia a repetirlo porque el tribunal no había tenido en cuenta como prueba el testimonio de los periodistas de una televisión danesa que había hecho un reportaje con cámara oculta en sus clínicas.

Durante la sesión de este lunes han declarado varios agentes de la Guardia Civil que investigaron el caso y se prevé que en las sucesivas sesiones comparezcan diferentes testigos.

El doctor Morín se enfrenta a más de 300 años de cárcel que pide la Fiscalía por haber cometido en sus clínicas un centenar de abortos supuestamente ilegales.