La torre exenta por completo y tres fachadas con soportales centran el proyecto de San Bartolomé

El proyecto del entorno de San Bartolomé deja la torre del templo exenta por completo desde la base, con un espacio peatonal alrededor para facilitar su contemplación, delimitado por las tres fachadas de los edificios colindantes con los soportales típicos de la 'Casa de la Viga', y la recuperación de la actividad comercial y residencial de la zona.

El proyecto del entorno de San Bartolomé deja la torre del templo exenta por completo desde la base, con un espacio peatonal alrededor para facilitar su contemplación, delimitado por las tres fachadas de los edificios colindantes con los soportales típicos de la 'Casa de la Viga', y la recuperación de la actividad comercial y residencial de la zona.

La alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, ha presentado esta mañana junto con el equipo técnico que ha colaborado con la Dirección General de Urbanismo, la reordenación de los espacios colindantes a la cabecera de la iglesia de San Bartolomé, que será objeto de una Modificación puntual del Plan General Municipal, que aprobará en el pleno de marzo.

Un proyecto esperado y en el que el Ayuntamiento ha trabajado desde hace tiempo, partiendo de documentos como el Plan Director de la Villanueva redactado por los arquitectos Siza y Hernández León o actuaciones previas como la que en 2011 sacó a la luz la cabecera y la base de la torre de este templo.

El equipo técnico encabezado por Iñaki Gómez y José Ignacio Amat, es un equipo local multidisciplinar que ha trabajado especialmente en los criterios histórico-artísticos que son los que han marcado la "solución definitiva" para el entorno de San Bartolomé.

Como ha explicado esta mañana la alcaldesa, el proyecto está basado en la recuperación de la conexión peatonal entre la plaza de San Bartolomé y Rodríguez Paterna (que ya existió en los años 70) y en la creación de una nueva plazoleta porticada frente a la cabecera de la Iglesia como dos de sus elementos más singulares.

El plan contempla asimismo la reordenación de los usos residenciales, propiciando retranqueos en los edificios colindantes que mejoren la contemplación del patrimonio y la revitalización del entorno.

Con la apertura de estos espacios "se facilita la visión completa de la cabecera y de la torre desde su base, además de la recuperación del uso residencial y comercial sin romper la percepción de conjunto de manzana que la alineación de la calle Rodríguez Paterna marca", ha dicho Gamarra.

La reordenación.

Como se menciona en el estudio histórico que acompaña a la propuesta para la modificación del Plan General, esta zona fue durante siglos "centro neurálgico ciudadano, lleno de comercios y de vida, que poco a poco fue cayendo en decadencia", y el objetivo de la modificación es devolverle a la zona "parte de ese esplendor".

Se presta así especial atención a los edificios residenciales, llamados a atraer población y tránsito peatonal. Con este objetivo, se plantea el desarrollo de una unidad de ejecución para los números 5, 7 y 9 de Rodríguez Paterna (dos de ellos ya de titularidad municipal) a fin de levantar en el solar un nuevo edificio logrando que éste se separe de la Iglesia.

Este inmueble, que tendrá planta baja más 4 alturas, quedará vinculado el espacio que se creará frente a la cabecera del templo y en parte del patio de manzana que se incluirá en la actuación.

Se plantea además que el futuro edificio (números 1 y 3) gane una nueva fachada hacia la calle transversal que se abrirá para conectar Rodríguez Paterna con la plaza de de San Bartolomé, por detrás del que albergó durante años el popular comercio "La logroñesa de armas", y recuperando la conexión que existió durante más de treinta años.

Estas dos nuevas edificaciones tendrán soportales en su planta baja, en armonía con los que ya existen en Rodríguez Paterna, en la conocida como la 'Casa de la Viga', originales del siglo XVI, los más antiguos que la ciudad conserva.

Los soportales del edificio situado en la calle de nueva configuración contribuirán a ampliar las dimensiones de la misma, al sumar a los 5,10 metros de calle otros cuatro más de acera porticada, logrando una anchura de 9,40 metros.

Con esta solución, que protege de la lluvia y del sol intenso, se da continuidad al paseo porticado medieval y "se incentivan los usos residenciales, comerciales y hosteleros".

Para compensar el retranqueo de esta construcción, la altura de baja más tres del edificio se convertirá en baja más cuatro en el espacio central del inmueble. Este volumen superior, a modo de solana, tendrá también la finalidad de absorber la diferencia de alturas entre edificaciones.

Habrá, así, tres fachadas porticadas: la original del siglo XVI en los números pares de Rodríguez Paterna (6-14); la correspondiente a la fachada sur del número 7-9 y la norte del 1-3.

Entre ellas, un amplio espacio con el protagonismo de una plaza que "se abre a la cabecera y torre de San Bartolomé"; una zona "libre privada" asociada al edificio que se construirá en el 7-9 de la calle, conectada mediante unas escaleras y rampa frente a su fachada ya que estará a una cota ligeramente inferior a la actual, aproximadamente a un metro bajo la rasante media de la calle principal.

"Quedará para ello delimitada por un perímetro vallado y permeable visualmente, que proteja el arranque de muros del monumento pero posibilite el uso del mismo vinculado al edificio que la cierra y protege por el Norte", se indica en la memoria de la Modificación del Plan General.

Además, la solución de este espacio deprimido permitirá rescatar a la luz los paños de fábrica de arranque de los muros de la cabecera de la iglesia, coincidentes con el trazado de la muralla medieval en dicho tramo.

En función del futuro proyecto de urbanización de la plaza, "podrá profundizarse en el rescate de dichos paños". Además, el retranqueo hacia el norte de la alineación del edificio 5-7 permitirá estudiar arqueológicamente un nuevo tramo de muralla.

ACABADOS.

El especial cuidado por mantener la estética medieval de la zona determina las recomendaciones respecto a elementos y materiales de las fachadas.

Así, con carácter general se indica que las plantas bajas deberán ser resueltas obligatoriamente en piedra, dispuesta en fábrica o aplacado, con material natural cuyas propiedades, color y textura final deberán ser supervisadas por la Oficina Municipal de Casco Antiguo.

Para las plantas alzadas, se recomienda utilizar morteros continuos, preferentemente de cal, con la posible inclusión de adintelados y jambeados en piedra de las mismas características que la utilizada en planta baja.

Los aleros también deberán estar resueltos al modo tradicional, con el uso de aleros volados de canes de madera y cubiertas a tres aguas. En las carpinterías, se recomienda el uso de madera con acabado barnizado o esmaltado o lacadas con perfilería fina y acabados no brillantes.

En el edificio 1-3 se posibilita la construcción, de forma controlada, de galerías acristaladas voladas en sus nuevas fachadas norte y este.

La alcaldesa se ha mostrado muy satisfecha por la solución técnica planteada para este entorno, "que coincide plenamente con el objetivo que desde nuestra llegada al Gobierno perseguimos, sacar a la luz nuestro patrimonio para disfrute de los ciudadanos y actuar en esta zona del Casco Histórico para dotarla nuevamente de vida y actividad económica".

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