Fiscal de Menores: "La Ley del Menor es una operación de maquillaje para callar a la opinión pública"

  • Francisco García Ingelmo cree que las novedades legislativas son "más aparentes que reales".
  • Critica que la ley concibe a los jueces y fiscales como educadores.
  • Su objetivo es que los menores delincuentes se reinserten en la sociedad.

El Fiscal de Menores de la Comunidad de Madrid, Francisco García Ingelmo, describió hoy la última reforma de la Ley del Menor de diciembre de 2006 como "una operación de maquillaje para callar a la opinión pública" y criticó que las novedades que incorpora la nueva normativa son "más aparentes que reales".

Pese a mostrarse en contra de dicha modificación, García Ingelmo celebró, durante una conferencia sobre "La evolución de la delincuencia juvenil" en los cursos de Verano de El Escorial, que la Ley establezca que los menores puedan cumplir su condena en centros penitenciarios, una vez que alcancen la mayoría de edad y si las partes así lo manifiestan.

Tras apuntar que esta medida ha sido muy critica por parte de diferentes sectores, el fiscal de Menores destacó que en determinados casos se da "la situación de que condenados que han cumplido medidas de internamiento en régimen cerrado no han mostrado ni un ápice de arrepentimiento".

"No somos educadores"

"Con esta Ley se persigue una finalidad educativa. Los fiscales y los jueces no somos educadores. La educación empieza en casa y continúa en la escuela", aseveró Ingelmo, quien se mostró contrario a un posible endurecimiento de las penas a imponer, tal y como se solicita desde la Consejería de Justicia que dirige Alfredo Prada.

No se debería hablar de endurecimiento de penas, sino de una intervención rápida para conseguir la reinserción
En esta misma línea se manifestó la titular del Juzgado de Menores número 1 de Madrid,
Concepción Rodríguez, quien coincidió en que "no se debería de hablar tanto de endurecimiento de penas, sino de una intervención rápida para conseguir la reinserción de los menores".

Además, recordó que España suscribió en noviembre de 1989 la Convención de Derechos del Niño, que establece que la adopción de medidas privativas de libertad debe figurar como última opción. "La normativa española tiene que adaptarse a los postulados de la convención, ya que lo que pretende la Ley es conseguir la finalidad de reinserción y reeducación de los menores", concluyó.

"Madrid no está mal"

Respecto a la actuación en el ámbito región, el Fiscal de Menores incidió en que en comparación con otras comunidades "Madrid no está mal" respecto a la dotación de medios y precisó, seguidamente, que los problemas actuales tiene su origen en la propia Ley porque "no permite una respuesta adecuada a determinadas conductas".

"Es necesario que fiscales y jueces apliquen los instrumentos que hay, pero hay determinados delitos que por su gravedad inusitada no tienen respuesta ni desde la óptica de menores ni desde la de los adultos", apuntó el fiscal, en alusión al crimen de Sandra Palo, la joven getafense violada y asesinada brutalmente en mayo de 2003 por cuatro jóvenes, tres de ellos menores.

Por otro lado, el fiscal destacó que el fenómeno "incipiente" de las bandas latinas ha favorecido el incremento "alarmante" de la delincuencia juvenil en las calles de Madrid, aunque aplaudió que a nivel policial estas pandillas callejeras están prácticamente controladas.

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