La Cámara de Cuentas apunta una "falta de desarrollo de la red asistencial" para atender a enfermos de ictus

La Cámara de Cuentas de Andalucía ha apuntado que existe una "falta de implantación y desarrollo de una estructura en red" para atender a los enfermos de ictus, por lo que recomienda a la Consejería de Salud que "impulse la puesta en marcha de la red asistencial configurada en el Plan Andaluz de Atención al Ictus, el cual establece tres niveles de respuesta en función de la complejidad del paciente: equipos de ictus, unidades de ictus y unidades de referencia".

La Cámara de Cuentas de Andalucía ha apuntado que existe una "falta de implantación y desarrollo de una estructura en red" para atender a los enfermos de ictus, por lo que recomienda a la Consejería de Salud que "impulse la puesta en marcha de la red asistencial configurada en el Plan Andaluz de Atención al Ictus, el cual establece tres niveles de respuesta en función de la complejidad del paciente: equipos de ictus, unidades de ictus y unidades de referencia".

En un informe de 'Fiscalización del Plan Andaluz de Atención al Ictus (2011-2014) y Seguimiento de Recomendaciones del Informe Proceso Asistencial Integrado Cáncer de Mama (2009)', el ente fiscalizador ha indicado, sobre el Plan Andaluz de Atención al Ictus, que este plan "se publica en 2002 y no es revisado ni actualizado hasta abril de 2015" y añade que el nuevo plan "no contempla las actuaciones clínicas relacionadas con los tratamientos intra-arteriales, considerados por los especialistas como los más eficaces contra las lesiones cerebrales".

Ha recordado que, según este plan la atención hospitalaria a esta patología "se estructura en red, configurándose en tres niveles de respuesta en función de la complejidad del paciente en fase aguda, esto es, 'equipos de ictus', 'unidades de ictus' y 'unidad de referencia', que se articulan y complementan para garantizar una atención adecuada", pero lamentas que "a la finalización del periodo de vigencia del Plan (2014), no han llegado a implantarse en el sistema sanitario público los distintos niveles asistenciales que estaban previstos".

Así, ha apuntado que "sólo cinco hospitales del sistema indican que disponen de una unidad física destinada específicamente a la atención al ictus en fase aguda de las 16 recomendables". Ha indicado que "la evidencia científica publicada demuestra que los beneficios de un ingreso precoz en una unidad de ictus marcan la diferencia entre la dependencia y la independencia funcional del paciente".

Asimismo, apunta que "sólo los hospitales de San Juan de Dios y Riotinto, ambos con el Hospital Virgen del Rocío como centro de referencia, disponen de teleasistencia, llamada 'Teleictus', uno de los requisitos mínimos establecidos en el Plan para ser considerados equipo de ictus", aunque apunta que "a pesar de esto, todos los centros sanitarios se clasifican, al menos, como equipo de ictus".

El informe apunta que cuatro hospitales de nivel I, Virgen del Rocío, Virgen Macarena, Virgen de las Nieves y Reina Sofía se consideran unidad de referencia, pero apunta que "sólo éste último dispone de neurorradiología intervencionista las 24 horas todos los días del año", de forma que "el sistema sanitario público no ofrece una respuesta eficaz y efectiva a esta patología fuera del horario habitual de mañana ni en festivos y fines de semana".

Este informe precisa que los protocolos de activación del llamado 'código ictus' "funcionan adecuadamente en todos los hospitales seleccionados, tanto si el usuario es trasladado por los servicios de emergencia sanitaria procedentes del domicilio o de atención primaria, como si el código es activado desde los servicios de urgencia hospitalaria cuando el paciente acude por sus propios medios".

No obstante, matiza que "si el paciente no es apto para el tratamiento fibrinolítico, en todos los hospitales se desactiva el código y el registro de tiempos deja de ser prioritario a pesar de que la opción del tratamiento endovascular también es tiempo dependiente".

El informe ha precisado que en los hospitales que no disponen de servicio de neurología, el sistema "no cuenta con un protocolo de derivaciones específico para promover el traslado a un centro más complejo en caso de fallo del tratamiento fibrinolítico".

La Cámara de Cuentas apunta que "si bien desde el SAS y la Consejería de Salud se establecen programas para la prevención de factores de riesgo de la población, la descoordinación y falta de sistemas de información adecuados no permiten una estrategia de actuación conjunta de los distintos niveles de atención sanitaria; y así no se cumple el objetivo de continuidad entre atención primaria y especializada".

No obstante, el informe apunta que "en general, los hospitales del sistema público y la EPES cumplen con los objetivos previstos en el contrato programa suscrito para 2014 y relacionados con la atención al ictus".

En cuanto a la eficiencia, el informe precisa que actualmente en Andalucía "no se dispone de análisis del coste/eficiencia de las inversiones necesarias y que permitan evaluar el desarrollo de la red definida en el plan, con equipos, unidades y unidades de referencia; o evaluar la dotación de recursos a los hospitales ".

Asimismo, apunta que "aunque los costes directos imputables al tratamiento en unidades de ictus (9.472 euros) pueden ser superiores al coste de hospitalización actual (5.372 euros), a estos últimos habría que sumarles, para determinar el modelo de atención sanitaria que adopte el sistema público, junto a los costes sanitarios en fase aguda, los costes sanitarios y sociales incurridos a lo largo de la vida de estos pacientes".

El informe considera que "la falta de implantación y desarrollo de la estructura en red formada por equipos, unidades y unidades de referencia y la ausencia de un protocolo de derivaciones para la atención a una enfermedad tiempo dependiente perjudica a los ciudadanos alejados de los grandes núcleos urbanos donde se dispone de hospitales con más recursos", de forma que "los tratamientos más complejos se concentran en dos hospitales —Reina Sofía y Virgen del Rocío—, a la vez que las actuaciones sobre los ictus hemorrágicos sólo se han realizado en seis hospitales".

Añade que "no se han establecido indicadores específicos para la medición de la calidad de la asistencia sanitaria prestada a los afectados por ictus", aunque indica que "entre los profesionales sanitarios resulta generalizada la opinión sobre la falta de recursos técnicos y humanos para atender a estos pacientes, la falta de formación específica en los centros de menor complejidad y la deficiente comunicación entre la asistencia primaria y la especializada".

Ante esta situación, la Cámara de Cuentas recomienda que la Consejería de Salud "impulse la puesta en marcha de la red asistencial configurada en el Plan Andaluz de Atención al Ictus, el cual establece tres niveles de respuesta en función de la complejidad del paciente, esto es, equipos de ictus, unidades de ictus y unidades de referencia".

Asimismo, al objeto de permitir el "continuo asistencial" en todos los niveles de la atención sanitaria, ve necesario "favorecer la comunicación entre los profesionales de atención hospitalaria y atención primaria y posibilitar el acceso a una historia clínica única".

Por ello, se recomienda "la inclusión de objetivos motivadores, medibles y alcanzables tanto en el Plan como en el PAI y en el contrato programa".

Asistencia al cáncer de mama

En cuanto al seguimiento de las recomendaciones del informe sobre el 'Proceso Asistencial Integrado Cáncer de Mama (2009)', la Cámara de Cuentas concluye que "el PAI Cáncer de Mama sigue adoleciendo de las mismas deficiencias que se pusieron de manifiesto en el informe elaborado en 2010", tras evaluado el nivel de implementación de las recomendaciones incluidas en el primer informe de fiscalización.

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