Castilla y León cerró el año 2015 con 73.546 personas beneficiarias de prestación de la Dependencia, lo que supone un 2,98 por ciento de la población de la comunidad, por encima de la media española, que es del 1,71 por ciento.

De esta forma, Castilla y León se sitúa a la cabeza en la relación de beneficiarios en relación a la población, por delante del resto de comunidades.

Además, a 31 de diciembre de 2015 había 111.890 solicitudes registradas, también por encima de la media española en relación a la población, ya que supone un 4,53 por ciento frente a una media de un 3,45 —tercera por detrás de Extremadura (4,7) y La Rioja (4,59)—, según los datos del Sistema de Autonomía y Atención a Dependencia (SAAD) facilitados a Europa Press por el Consejo Económico y Social.

En cuanto a los dictámenes, una vez finalizado el año se registraron 105.835, un 4,28 por ciento en relación a la población de la Comunidad, sólo por detrás de La Rioja, con un 4,58 por ciento, y más de un punto por encima de la media española, que es de un 3,23 por ciento.

El total de prestaciones en Castilla y León es de 93.834, de las que un 77,57 por ciento (72.791) son por servicio y el 22,43 por ciento (21.043) prestaciones económicas para cuidados en el entorno familiar.

Del total de población, las prestaciones vinculadas a los servicios son el 23,19 por ciento de tipo económica vinculada a los servicios; un 19,59 por ciento ayuda a domicilio; un 12.32 por ciento prevención dependencia y promoción de la autonomía personal; un 8,54 por ciento centro de día o noche; un 7,65 por ciento atención residencual; un 6,03 por ciento teleasistencia; y un 0,25 por ciento prestación económica vinculada a asistencia personal.

En el conjunto del país, de las 997.984 prestaciones, el 63,88 por ciento (637.479) son prestaciones por servicio y el 36,12 (360.505) económicas para cuidados en el entorno familiar.