Montserrat dijo a la policía estar "harta" de oír "en los bares" que había que matar a Carrasco

  • Así lo ha declarado uno de los policías de Burgos que acudieron de refuerzo; asegura que la autora confesa dijo después: "Lo hago yo y punto".
  • Los agentes de Burgos niegan coacciones a las acusadas y dicen que Montserrat fue quien les dijo que el arma la tenía una tercera persona.
  • Otros agentes han explicado que en casa de la hija, Triana, se encontró numeroso material periodístico sobre la dirigente y la compra de armas.
Triana Martínez (i) y su madre, Montserrat González.
Triana Martínez (i) y su madre, Montserrat González.
EFE/J.Casares
Triana Martínez (i) y su madre, Montserrat González.

Varios agentes de la Policía Nacional que participaron en la investigación por el asesinato de la presidenta de la Diputación de León Isabel Carrasco han atestiguado este lunes, ante el tribunal que juzga los hechos, que encontraron numerosos indicios que prueban que el crimen fue premeditado.

Han explicado que en casa de Triana Martínez se encontró, tanto en su ordenador como en el de su madre, Montserrat González, autora confesa del asesinato, numeroso material periodístico sobre la dirigente política del PP y sobre la compra de armas.

Por su parte, el inspector de la Policía Nacional Alfonso Santocildes, que interrogó a Montserrat González, ha asegurado que en ningún momento fue coaccionada para arrancarle una declaración inculpatoria.

Santocildes ha rechazado ante el tribunal que juzga el crimen las irregularidades que le achacan las defensas de las tres detenidas y ha asegurado que en ningún momento ofreció un trato favorable a González y a su hija si colaboraban y accedían a confesar.

Este inspector, destinado en Burgos, llegó a León al día siguiente del crimen junto a un compañero para reforzar la investigación por su experiencia en la resolución de delitos graves y para garantizar su imparcialidad, según le explicaron sus superiores.

"Inútil que buscaran el revólver"

Ha recalcado que tanto él como su compañero trataron de tranquilizar a Montserrat González durante el primer contacto que tuvieron con ella y ha asegurado que confesó voluntariamente que había matado a Isabel Carrasco y se mostró indignada por el hecho de que su hija estuviera detenida.

Ha explicado que González les contó que estaba harta de escuchar en los bares de León que había que contratar a un sicario para acabar con Isabel Carrasco, debido a la animadversión que, en su opinión, la dirigente política del PP provocaba entre buena parte de la ciudadanía.

"Esto lo hago yo y punto", afirmó González a continuación, según ha relatado el policía, que ha insistido en que el trato que les dispensaron fue "exquisito". El agente también ha explicado que, sobre las 19.00 horas de ese día, se permitió que madre e hija se vieran con el objetivo de que "se dieran un abrazo y se tranquilizasen".

Con ambas detenidas juntas en un despacho de la Comisaría de León, González dijo que era inútil que buscasen el revolver en el río Bernesga, como se estaba haciendo, porque lo tenía una tercera persona, según ha explicado Santocildes. Fue en ese momento, según el relato del agente, cuando su hija le dijo que ni se le ocurrirse decir quien tenía el arma y afirmó "entre dientes" que era policía.

Un par de horas después fue cuando la policía local Raquel Gago se presentó en Comisaría y explicó que había encontrado el arma en su vehículo sin saber cómo había llegado hasta allí, si bien sugirió que debía haberla introducido su amiga Triana Martínez, con quien se había encontrado apenas unos minutos después de cometerse el crimen.

Montserrat pretendía "hacerse pasar por loca"

Montserrat González se confesó autora de los disparos que acabaron con la vida de Isabel Carrasco con el objetivo de exculpar totalmente a su hija Triana Martínez, así se lo manifestó ésta a dos agentes de Policía Nacional de Burgos que llegaron a León para investigar el crimen de la política leonesa. Montserrat, además, les dijo que pretendía "hacerse pasar por loca". Estas declaraciones se produjeron a mediodía del 13 de mayo, un día después del crimen.

"Dijo que iba declarar que había sido autora para exculpar a su hija, además dijo me voy a fingir loca. Lo único que recuerdo es que dijimos que eso lo tendría que determinar un médico forense".

Así lo ha declarado este lunes ante el tribunal del jurado uno de los agentes, un inspector de la Policía Nacional de Burgos, perteneciente a la unidad de Policía Judicial, durante la vista celebrada en la Audiencia Provincial de León con motivo del juicio por el crimen de Isabel Carrasco. Un compañero, también perteneciente al cuerpo policial de Burgos, ha ratificado todas sus declaraciones.

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