El Consell Comarcal del Pla d'Urgell (Lleida) ha reclamado este martes un endurecimiento de las penas por robos de cobre tras los reiterados casos que se están produciendo en la comarca.

En un comunicado, el consejo afirma que el último robo se ha producido en Fondarella, donde ha desaparecido cobre del alumbrado urbano.

El hecho de que los ladrones dejaran las puertas de las farolas abiertas permitió al ayuntamiento darse cuenta de los hechos, ya que el cable sustraído no interrumpió el suministro eléctrico.

El alcalde del municipio y presidente de la Diputación de Lleida, Joan Reñé, ha pedido que estos actos se cataloguen "como delitos y no hurtos para que las penas sean más duras' y que se sancionen los compradores del material hurtado.

"El coste del cable no es caro pero si todo lo que comporta la reparación y los daños que se producen, además de la posibilidad de descargas eléctricas en las farolas en épocas de humedades", ha añadido.

Por su parte el presidente del Consejo Comarcal, Josep Maria Huguet, ha explicado que los alcaldes preparan una moción pidiendo este endurecimiento de penas.

En otras poblaciones, como Castellnou de Seana y Sidamon también se han producido robos.