El abogado Alberto Gimeno, que representa al Gobierno de Aragón en el juicio que se celebra en Huesca para determinar si las pinturas murales del Monasterio de Villanueva de Sijena deben ser devueltas a la Comunidad Autónoma o permanenecer en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, ha afirmado que el MNAC ha conservado "muy bien" estas obras, pero ha rechazado las pruebas presentadas por los peritos de la Generalitat de Cataluña por considerarlas irrelevantes.

El Juzgado de Primera Instancia número 2 de la capital oscense ha acogido este martes la segunda jornada del juicio, en el que el Gobierno aragonés reclama la devolución de las pinturas para su reinstalación en la Sala Capitular del Real Monasterio, mientras que la Generalitat reclama su conservación en el MNAC, donde están desde hace décadas.

Los peritos catalanes han dado cuenta de la labor de recuperación, conservación y mantenimiento de las pinturas, aunque Alberto Gimeno ha resaltado que en la vista oral no se juzga la conservación de las mismas.

El abogado aragonés ha dicho que "en el pleito nunca se ha discutido el tema de la conservación de las pinturas, nunca se ha puesto en duda la conservación por parte del Museo, sino que se pide, en nombre de las propietarias, que vuelvan las pinturas" y "en consecuencia las periciales de hoy no son relevantes de cara a los argumentos que esgrimimos en la demanda".

"Los argumentos de nuestra demanda no han sido respondidos por las contrapartes", ha dicho Gimeno, quien ha dejado claro que "nosotros no discutimos la conservación, es más, creemos que el MNAC ha conservado las pinturas muy bien", pero son "argumentos que nada tienen que ver con la demanda".

PROTECCIÓN

Por su parte, el abogado de la Generalitat de Cataluña, Xavier Muñoz, ha considerado que las perciales sí son relevantes. "Todo es un conjunto y en este pleito se juzga desde diferentes perspectivas y también es importante el papel que juegan desde el punto de vista museístico estos bienes allí", ha declarado.

Muñoz ha comparado la reclamación que hace Aragón de las piezas del Real Monasterio con la adopción de un niño. "Se quiso proteger estos bienes, ya que en el año 36 el edificio estaba quemado y si no se hubieran protegido estas pinturas no existirían".

"Esto es como lo de la adopción, cuando un niño queda abandonado y al cabo de unos años aparece la madre biológica y reclama al niño, este niño ha tenido que comer cada día y se ha tenido que cuidar cada día y esto es lo que ha pasado con estos bienes, que se han tenido que cuidar cada día como lo ha hecho la Generalitat desde el año 36 hasta el día de hoy".

La parte aragonesa, Gobierno de Aragón y Ayuntamiento de Villanueva de Sijena, tratan de demostrar que los frescos se encuentran en depósito y que forman parte de un enclave declarado Monumento Nacional y es en consecuencia indivisible. Las obras fueron arrancadas del cenobio durante la Guerra Civil y luego trasladadas al Museo de Arte Nacional de Cataluña.