El Gobierno regional ha dado a conocer este martes las concluisones de los expertos que se han reunido en Toledo para analizar el brote de legionela de Manzanares, y que, según la Junta de Comunidades, han puesto en valor la difusión "inmediata" de la alerta que se dio.

Según ha informado en nota de prensa la Junta estos expertos epidemiólogos, tanto del Ministerio de Sanidad como de las Comunidades Autónomas de Andalucía, Madrid, Valencia y Murcia, así como del Instituto de Salud Carlos III, junto a profesionales epidemiológicos y sanitarios de la Consejería de Sanidad, han destacado que la actuación de la Consejería de Sanidad, tanto desde la Dirección General de Salud Pública como desde el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), ha sido "determinante tanto por el seguimiento que se ha hecho del brote como por la rápida resolución del mismo".

Han puesto en valor la difusión "inmediata" de la alerta aun cuando el número inicial de casos no permitía prever la magnitud que ha alcanzado el brote y la coordinación y comunicación entre los servicios de Salud Pública y los servicios asistenciales.

Según el Gobierno regional, todos han coincidido en señalar la "extraordinaria importancia" que ha tenido este brote, especialmente por la elevada tasa de ataque en la población y su ocurrencia en una época del año que no es la de mayor incidencia de la enfermedad, aunque en diciembre se suela detectar un número no despreciable de casos en todos los países de Europa.

De igual modo, han precisado que los brotes comunitarios de legionelosis tienen una "gran complejidad y generan un gran impacto mediático y una gran preocupación en la población". No obstante su estudio riguroso y completo requiere y exige bastante tiempo, incluso después de haber cortado la transmisión, que es el objetivo esencial en los primeros momentos.

En torno a las medidas adoptadas por la Dirección General de Salud Pública, los expertos, según el Gobierno regional, han recordado que la necesidad de cortar cuanto antes la transmisión de la legionelosis obliga a las administraciones sanitarias a aplicar el principio de precaución con el máximo rigor. Esto lleva consigo el cierre cautelar de todas o de la mayoría de las instalaciones de riesgo y a autorizar su apertura cuando existan suficientes garantías de su inocuidad.

Entre las conclusiones de la reunión, los expertos han incidido en que la duración del brote se ajusta de forma muy aproximada a la duración del periodo de incubación de la enfermedad. Este periodo es el mínimo posible para la resolución de cualquier brote de legionelosis, resaltando que es algo que casi nunca se consigue.

Asimismo, la Junta de Comunidades asegura que han recordado que la curva epidémica es típica, prácticamente un ejemplo, de un brote de fuente única con una interrupción brusca de la transmisión de la enfermedad.

Por último, el Ejecutivo castellano-manchego ha manifestado que todos los expertos han valorado la convocatoria de la reunión, algo "inédito, al menos inusual, en el estudio y manejo de brotes de especial interés desde el punto de vista de la Salud Pública".