El sindicato UGT va a solicitar una reunión urgente con la Delegada de Igualdad, Salud y Políticas Sociales para instar al Servicio Andaluz de Salud (SAS) a que se persone en los casos de agresiones al personal sanitario como el ocurrido este lunes en Jódar (Jaén) donde dos individuos propinaron una paliza al celador del centro de salud.

El secretario de Salud, Servicios Socio-Sanitarios y Dependencia de UGT-Jaén, Miguel Ángel Cazalilla, ha señalado en declaraciones a Europa Press que a lo largo de 2015 se produjeron en la provincia 57 agresiones a trabajadores del SAS. De estas 57 agresiones, 11 fueron físicas y el resto de carácter verbal.

Del total, "ni una decena llegaron a los tribunales porque los trabajadores no se atreven a denunciar por lo que les pueda pasar después". Ante esta situación, Cazalilla ha señalado que "no es suficiente" que la Delegación de Salud preste asistencia jurídica a las personas agredidas, "lo que tiene que hacer el SAS es personarse como acusación particular y tirar hacia adelante con todas las consecuencias".

También el sindicato está realizando las oportunas consultas para ver "qué margen tenemos y qué podemos hacer si la Administración no da ese paso de personarse en todos los procesos". Cazalilla ha recordado que "todo el personal sanitario tiene la condición de funcionario y estatutario" y como tal "debe tener protección, al igual que cuando se producen las agresiones al personal docente o a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado".

En la reunión con la delegada territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, Teresa Vega, UGT quiere también trasladar la necesidad de revisar y actualizar el Plan de Prevención de agresiones al personal sanitario aprobado en 2005. "Tras más de diez años en vigor es necesario sentarse y hacer una evaluación, ver donde están los flecos y adoptar medidas que impidan situaciones tan dramáticas como la ocurrida en el centro de salud de Jódar".

En este sentido, Cazalilla ha defendido propuestas como la de instalar cámaras de vigilancia en los centros de salud puesto que se trata de "una medida poco costosa y que sobre todo tiene un carácter disuasorio". Para el responsable sindical es "urgente" que "nos sentemos y veamos qué podemos hacer para poner freno a las agresiones al personal sanitario".