Así lo anunciaron hoy durante su visita a las obras el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y la concejala del área de Urbanismo, Pilar Martínez, que explicaron que en este momento ya se han desmontado 12 de las 30 plantas que tenía el edificio y los trabajos se centran en la retirada de escombros de la segunda planta técnica o planta 17.

El alcalde aprovechó para agradecer a la familia Reyzábal, propietarios del edificio, el acuerto suscrito con el Ayuntamiento, por el que asume el coste de los trabajos de desmontaje, para lo cual han presentado un aval por valor de 21,9 millones de euros.

Proceso de desmontaje y demolición

Ruiz-Gallardón señaló que en la demolición del Windsor, que fue arrasado por el fuego el pasado 12 de febrero, se están utilizando las técnicas "más eficaces y seguras", las últimas tecnologías en demolición y corte y robots a distancia.

Cuatro grúas de grandes dimensiones que alcanzan una altura de 140 metros y soportan un peso de 70 toneladas trabajan además en el desmontaje del rascacielos, en el que intervienen durante las 24 horas del día más de 40 operarios y un mínimo de cinco técnicos, cuya pericia y profesionalidad destacó el alcalde.

Los trabajos en el edificio, que se iniciaron hace tres meses, han originado 400 toneladas de elementos metálicos y 11.000 toneladas de escombros que a pie de obra son separados y clasificados para permitir su posterior reciclaje.

Remodelación de AZCA

Además, la concejala de Urbanismo anunció esta mañana, en el Salón Inmobiliario que se celebra en IFEMA, que el Consistorio convocará un concurso de ideas para la remodelación del complejo AZCA, una gran manzana de 180.000 metrso cuadrados.

El objetivo es convertirz la zona en un referente urbano, cosmopolita y renovado. Pilar Martínez explicó que se valorará "especialmente" la integración del ámbito en el conjunto urbano circundante, el tratamiento de los espacios libres, la eliminación del tráfico en superficie, de barreras arquitectónicas y la potenciación del uso de las zonas verdes.