Más de medio de millar de personas se dieron cita este martes en la plaza Sant Jaume de Barcelona, durante la toma de posesión del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en una concentración en la que se mostraron banderas independentistas y escucharon pitos y abucheos a la salida de la ceremonia de los políticos contrarios a la independencia y a los representantes del Gobierno y del Ejército en el acto.

Concretamente, buena parte de los silbidos fueron dirigidos al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y a la delegada del Gobierno en Catalunya, Llanos de Luna, que asistían en nombre del Ejecutivo central, y también al inspector general del Ejército, el teniente general Ricardo Álvarez-Espejo.

Al primer secretario del PSC, Miquel Iceta, lo recibieron primero con pitos y han acabado gritándole "Que baile, que baile", en referencia a los bailes que popularizó durante la campaña electoral del 27S.

También se ha llevado una bronca el exconseller de Interior y candidato de Unió a las elecciones catalanas, Ramon Espadaler, a quien han llamado "botifler".

Además de los representantes políticos e institucionales, el público ha pitado y abucheado la salida del Palau de la Generalitat del presidente de la patronal Fomento del Trabajo, Joaquim Gay de Montellà.