La Policía Nacional está investigando las circunstancias en las que, supuestamente, se produjo el pasado sábado en la capital cordobesa "una pelea" entre dos adultos que asistían en ese momento a un partido de fútbol de niños, en concreto de la categoría de prebenjamines, es decir, que los jugadores ante los que los adultos se agredieron tienen unos siete años de edad.

Según han informado a Europa Press fuentes policiales, la Policía Nacional tuvo "una intervención" a las 19,45 horas del pasado sábado tras ser requerida "porque había una pelea en un partido de niños". Los agentes, una vez llegados al campo de fútbol en cuestión, "recabaron datos de ambas partes", habiéndose presentado posteriormente una denuncia, por agresión, por uno de los protagonistas de la pelea contra el otro.

A partir de ahora y en el marco de la investigación, según han precisado las mismas fuentes, "dependiendo del tipo de lesiones que sean" las que, según "los partes facultativos", se han producido y si éstas "están catalogadas como delito leve o grave", se tomará declaración al denunciado "en calidad de investigado, o bien en calidad de detenido y se le pondrá a disposición judicial".

El supuesto agresor, según ha publicado este lunes 'ABC Córdoba', es un padre de un jugador del equipo prebenjamín de la CD Cultural Palomera-Naranjo, que habría propinado varios puñetazos al progenitor de un futbolista de la Fundación Lucena CF en el transcurso de un partido disputado el pasado sábado en las instalaciones municipales del Barrio del Naranjo. El árbitro David Castellano Moreno decretó la suspensión del encuentro justo después de producirse el suceso, en los primeros minutos de la segunda parte.

Según testigos presenciales a los que alude el diario, el agresor, ubicado detrás de la portería del conjunto local, incitaba a su hijo y al resto de compañeros de equipo del mismo, con voces y gritos, para que patearan y se emplearan con dureza frente a los adversarios, en especial, al número 11 de la Fundación Lucena C.F., hijo de la presunta víctima.

Ante esta situación, el denunciante, emplazado en la banda del terreno de juego, se dirigió a la persona que posteriormente lo golpeó para señalarle que ese no es el ejemplo que se debe transmitir a los niños. Inmediatamente, este individuo recorrió unos 30 metros y le asestó varios puñetazos, tanto en la cara, como en el cuerpo.

El colegiado, al observar el rostro y las manos ensangrentadas del padre agredido y el desconsuelo entre los integrantes de ambos equipos, ya que comenzaron a llorar al ver lo ocurrido, paralizó el partido, en el que se imponían por 0-8 los visitantes.

El denunciante, que fue atendido tras el partido en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, donde le aplicaron cuatro grapas en la cabeza, denunció posteriormente lo ocurrido en la Comisaria de la Policía Nacional de Lucena.