Internet es un medio de comunicación instantáneo, mundial, descentralizado e interactivo. Pero tiene un punto negro: aún no está debidamente regulado. La libertad de acceso a la Red crea un espacio propenso al engaño, mientras su legislación es lenta y sólo se aprueba tras una sucesión clara de delitos.
Se precisan unas normas informáticas claras para que el usuario honesto sepa qué puede y qué no puede hacerse. Por ello está surgiendo una ética informática, una disciplina que analiza los problemas éticos creados por la tecnología de los ordenadores y los transformados o agravados por ella.
Delitos informáticos
Los más importantes son los siguientes:
- Piratería de software.
- Uso de recursos informáticos para la falsificación de programas.
- Creación caprichosa de virus.
- Recogida no autorizada de datos personales.
- Empleo de los ordenadores para monitorizar y espiar a los empleados.
- Intromisión no autorizada en ordenadores privados o de entidades públicas.
- Uso ilegal de la información de la que se dispone.
- Estafas o ciberpornografía.
Problemas principales
Son, esencialmente, tres:
Privacidad. Puede suceder que nuestros correos vayan a un lugar equivocado, que alguien lea nuestros documentos o que se dé un intervencionismo estatal.
Identidad. La Red permite camuflar nuestra verdadera personalidad y proporcionar datos falsos.
Vulnerabilidad. Nuestra vida ya no sólo depende de los políticos o los superiores profesionales; estamos en manos de todo el que tenga la suficiente habilidad como para intervenir o alterar datos en el ciberespacio.
Código deontológico
Se proponen unas normas básicas de ética informática para el usuario particular:
- No emplear ni copiar programas que no se hayan comprado.
- No utilizar el ordenador para dañar a otros.
- No interferir ni indagar en archivos ajenos.
- Emplear el ordenador respetando los derechos ajenos.
- No usar la informática para robar ni estafar.
- No apropiarse de la propiedad intelectual de otros.
- No utilizar recursos ajenos sin autorización.
La actitud de los informáticos
Los profesionales de los ordenadores y las empresas que los utilizan están desarrollando un código deontológico para garantizar la conducta ética entre sus asociados u organizaciones. El código habla de informar de los peligros detectados, no utilizar software conseguido de manera ilegal y mantener la confidencialidad de la información obtenida, entre otras medidas.
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