Los bolardos que tantos quebraderos de cabeza han provocado y siguen provocando a los vecinos y residentes del Casco Antiguo se convirtieron ayer de nuevo en protagonistas de un penoso incidente, en concreto los de la calle Villavieja y los del pórtico del Ayuntamiento. Estos pivotes impidieron que una ambulancia convencional y otra medicalizada del Samu pudieran acercarse a ofrecer asistencia sanitaria a una persona que sufrió un infarto en el ambulatorio de la plaza de la Santísima Faz. También agravaron la situación los vehículos mal aparcados en la zona. Los ocupantes de las ambulancias mostraron su malestar al respecto, pues no pudieron atender a la víctima del infarto cuando más lo necesitaba. francisco gonzález