Carolee Schneemann, la artista con mensajes dentro de la vagina

  • El libro 'Imperdonable' recorre la carrera escandalosa de una de las pioneras del arte corporal, las 'perfomances' sexuales y la provocación más cruda.
  • Schneemann, que tiene 75 años, ha encadenado alborotos desde 1963, cuando empezó a usar y profanar su cuerpo desnudo como instrumento artístico.
  • Asegura que estamos dominados por una 'siniestra cultura del engaño' que ha 'retorcido' la sexualidad y sus significados para 'mercantilizarlos como productos'.
Boceto de Carolee Schneemann para la 'performance' en la que extrae un manuscrito de la vagina
Boceto de  Carolee Schneemann para la 'performance' en la que extrae un manuscrito de la vagina
© Carolee Schneemann, used with the permission of Black Dog Publishing, UK, and PPOW Gallery, New York
Boceto de Carolee Schneemann para la 'performance' en la que extrae un manuscrito de la vagina

En 1975 la artista Carolee Schneemann (1939) llevó a varios espacios de la costa este de los EE UU dedicados a la difusión de acciones de vanguardia el espectáculo Interior Scroll (El manuscrito interior). Después de unos minutos dedicados a pintar mensajes y formas sobre su cuerpo desnudo, en un ejercicio de action painting muy acorde con los tiempos, y adoptar poses que ridiculizaban a las habituales de las modelos de arte, la performance daba un giro que ni siquiera los más liberales aceptaron de buen grado: la artista extraía de su vagina un largo manuscrito enrrollado, lo desplegaba y leía —era un texto propio titulado Cézanne, She Was a Great Painter (Cézanne, Ella era una gran pintora).

La corrosiva performer, no siempre bien recibida ("¿a quién le interesa el mensaje que pueda transmitir un órgano sexual?", se preguntó un crítico), protagonizó el montaje dos décadas antes de la edición del best seller Los monólogos de la vagina, el libro que se considera un hito en la lucha por la liberación de la sexualidad femenina. Schneemann siempre tuvo el poder de llegar antes aunque a estas alturas sea una gran desconocida fuera de los circuitos del arte extremo y radical.

Pintura, danza, vídeo, cine...

Aún más atrás en el tiempo, entre 1963 y 1965, la creadora visual —nunca se ha limitado a un formato o género y ha practicado la pintura, la danza, la fotografía y dirigido cine y vídeo—, empezó a darse cuenta de que el cuerpo desnudo puede ser un lienzo y un instrumento artístico y, como tal, no puede abstraerse a la profanación.

En Eye Body (Los ojos del cuerpo, 1963) se retrató mientras dos serpientes reptaban por su piel logrando un aire que algún crítico llamó "de arcaico erotismo", mientras la mayoría se fijaba con más atención en que a la mujer se le veía el clítoris. Fue la primera la vez que acusaron a Schneemann de "pornográfica", pero no sería la última. En Meat Joy (La alegría de la carne, 1964) era un happening donde ocho actores se sobaban entre sí y con piezas de vacuno, esqueletos de pollos, restos de pescado y otros elementos orgánicos. En el corto Fuses (Fusibles, 1965) hacía el amor con su novio para alterar luego el celuloide quemándolo y pintando sobre la superficie...

'No traiga a su abuela'

La obra de más de medio siglo de esta pionera del body art y los espectáculos feministas de choque aparece ahora condensada en la monografía Carolee Schneemann - Unforgivable (Carolee Schneemann-Imperdonable). El libro, en el que participan quince ensayistas y críticos de arte y edita la editorial independiente inglesa Black Dog Publishing [320 páginas y un PVP de 39,95 libras esterlinas], comienza con una nota dejada por un espectador molesto a la entrada de uno de los espectáculos de la provocadora e indecente activista y performer: "No traiga a sus hijos menores o nietos, no traiga a su abuela o a otros familiares, no traiga a sus invitados de fuera de la ciudad. Esta exposición es asquerosa. No sé qué es, pero no es arte".

Los editores, que consideran a Schneemann "una de las artistas más importantes de la postguerra", quieren agrupar en el volumen el "catálogo sin precedentes de la experimentación estética radical" de la estadounidense, que ha participado, dicen, "en las formulaciones más significativas de la vanguardia" mediante "contribuciones cruciales, happenings, cine expandido y performances". Situado en las nada concretas fronteras del movimiento Fluxus que predicaba el arte como diversión y sin pretensiones, el enorme cuerpo de trabajo de esta mujer incansable —tiene obras en el MoMA, la Tate, el Whitney, el Pompidou y otros museos de referencia— debe ser citado, concluyen, en "cualquier inventario del arte contemporáneo".

'Poderes invisibles más feroces que nunca'

Además de un inventario detallado de proyectos, explicaciones e interpretaciones sobre cada uno y material gráfico de apoyo y contexto, Carolee Schneemann - Unforgivable incluye material escrito y correspondencia de la artista. En una elocuente entrevista con Ron Hanson, la autora de tantos desafíos para sacudir al público se muestra desencantada por la "cultura del engaño" que domina el presente a través de "poderes invisibles (...) y más feroces que nunca".

Después de medio siglo explorando los límites del cuerpo y utilizando el sexo como herramienta de choque contra las conciencias esclerotizadas, estamos, añade, en una época en la que priman "estrategias muy siniestras" y peligrosas. "Todas las expresiones artísticas sobre la sexualidad expresiva, la sensualidad libre y la comunicación a través del cuerpo se han retorcido para mercantilizarlas como productos", concluye.

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