Los duros mensajes en los paquetes de cigarrillos del tipo «el tabaco mata» o «produce impotencia» parece que traen sin cuidado a los granadinos. Muchos bares y establecimientos prohíben el humo en sus locales, pero aquí se sigue fumando, y más que antes de la entrada en vigor de la ley antitabaco.

Las ventas de tabaco han abandonado la tendencia de los últimos años y por primera vez desde 2004 suben. Hasta mayo de este año se han vendido en la provincia 35,5 millones de paquetes, 867.614 más que en el mismo periodo de 2006 (un 2,5% de incremento). La cifra también es mayor que la de 2005, cuando se vendieron 35,2 millones. Sólo en 2004 las ventas rozaron los 37 millones.

La fiebre por dejar el humo parece que ha pasado o bien los que lo intentaron no lo consiguieron, aunque la cifra más importante en esta suma son los nuevos fumadores. En Granada capital,  según un estudio del Ayuntamiento, uno de cada dos jóvenes de entre 15 y 29 años (la mitad de los casi 60.000 residentes en la capital) fuma una media de cinco a diez cigarrillos diarios. El aumento en los últimos tres años ha sido del 10%.

Los datos explican por qué de enero a mayo los granadinos se han dejado en los estancos 88,8 millones de euros, 13 más que el año anterior en esta época.

Así que mientras las tabacaleras ganan y cada día se venden en la provincia 1.156 paquetes más que el año pasado, unos 1.000 granadinos mueren al año por culpa del tabaco. Un problema para la salud y sobre todo para el que quiere dejarlo, ya que, según los especialistas granadinos, sólo el 30% lo consigue.

Más puros y tabaco de liar

Las ventas de puros son, junto con los cigarrillos, las que más han subido. Este año se han vendido en los primeros cinco meses 4,5 millones de puros, mientras que en 2006 la cifra en la misma época era de cuatro. El tabaco de liar también ha crecido y este año se han vendido 21.146 unidades más que en 2006. Lo único que ha bajado es el tabaco de pipa con 363 paquetes menos de los 12.734 que se vendieron el año pasado. La ley antitabaco parece que no es suficiente.