Cada 10 de agosto, personalidades políticas –entre ellas, el presidente de la Junta, Manuel Chaves– acuden al homenaje por el fusilamiento de Blas Infante, considerado el padre de la patria andaluza y organizado por la Fundación que lleva su nombre. Pero a partir de ahora será diferente y la entidad no contará con la presencia de los representantes de la Junta, ya que en los últimos años los actos «venían desvirtuándose en sus fines y en su desarrollo», según el vicepresidente de la Fundación, pues ciertos colectivos aprovechaban la ocasión para manifestar sus quejas ante Chaves.