El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, ha subrayado este miércoles que la decisión adoptada de no permitir un espectáculo pirotécnico desde la terraza del Ayuntamiento de Valencia en la fiesta de Fin de Año "no es un capricho" sino que responde a "informes técnicos negativos".

En unas declaraciones facilitadas a los medios, Moragues argumenta la decisión en esos informes emitidos la semana pasada por el área de Industria y Energía de la Delegación y por Armas y Explosivos de la Guardia Civil.

"La legislación vigente señala que el disparo del espectáculo debe estar a diez metros de distancia de cualquier edificio y a 25 metros del público", mientras que "en este caso, al lanzarse desde la terraza del Ayuntamiento, la distancia es de cero metros", ha precisado. En consecuencia, ha reiterado que la prohibición de Delegación se debe a "criterios exclusivos de seguridad", con la que "no se juega, porque por encima de todo están las personas".

Moragues ha respondido así a las acusaciones del concejal de Cultura Festiva en el Ayuntamiento de Valencia, Pere Fuset, quien ha atribuido la prohibición a "la oposición del Partido Popular con el veto de Delegación de Gobierno" por una "revancha política".