El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha comparecido este martes, poco después de las 13.00 horas, ante los medios de comunicacion en una conferencia de prensa en el Palacio de la Moncloa tras la última reunión del año del Consejo de Ministros y la primera del Ejecutivo en funciones tras los comicios de 20 de diciembre.

Rajoy ha realizado una valoración de la ronda de contactos que está manteniendo con otros líderes políticos para analizar el panorama generado por las elecciones generales y las expectativas para la investidura de un presidente. El pasado miércoles se reunió con el líder del PSOE, Pedro Sánchez, y este lunes, hizo lo propio con los de Podemos y Ciudadanos, Pablo Iglesias y Albert Rivera, respectivamente.

El discurso del presidente en funciones ha comenzado diciendo que "el Partido Popular ha ganado las ultimas elecciones, la voluntad de los españoles sobre quien debe gobernar es clara y cumpliendo con ello voy a intentar formar gobierno". Tras esto, ha recordado que el PP ha sido el ganador de las pasadas elecciones generales con más de 30 escaños de diferencia y 1,7 millones de votos respecto al PSOE, segunda fuerza política.

En relación a los pactos con otros partidos políticos, Rajoy apuesta por un Gobierno de "amplio apoyo parlamentario" que genere certidumbre, confianza y estabilidad a los españoles y que garantice los grandes consensos que comparten la mayoría de los ciudadanos, como la unidad de España o la igualdad entre españoles.

También ha reconocido que en el Parlamento hay "muchas voces" pero también una mayoría de españoles, que a pesar de votar a diferentes partidos políticos, coinciden en asuntos de Estado y que deben reflejarse en una nueva mayoría de Gobierno porque "un Gobierno formado por las minorías Asimismo ha explicado no generaría confianza y no sería bueno para los intereses generales de los españoles y se ajustará menos a la voluntad mayoritaria".

Al plantear su posible renuncia a favor de otro candidato del PP para permitir la gobernabilidad, afirma que es un asunto que "no está siquiera planteado". Sin embargo, ha dejado claro que si se repitieran las elecciones, "querría ser el candidato del PP" a pesar de que, a su entender, sería una "mala decisión".

Tampoco ha querido comentar nada sobre qué tipo de ofertas está dispuesto a ponerle sobre la mesa al PSOE o a Ciudadanos, sobre una posible vicepresidencia para un socialista o ministros de la formación que lidera Albert Rivera: "Eso son los detalles".

En temas económicos ha avanzado que España cerrará el año 2015 con un crecimiento del 3,2%, una décima menos de lo previsto, pero ha destacado que este crecimiento es el mayor de los grandes países de la Unión Europea. A su vez, ha incidido en que en 2015 se han creado 600.000 puestos de trabajo.

España ya tiene creado un presupuesto para 2016, algo "muy positivo" y que a defendido a pesar de que algunos no compartieron la decisión. "Tenemos ya bases solidas sobre las que trabajar que dieron su fruto en 2014 y , sobre todo, en 2015".

A su juicio, si se constituye un Gobierno que genere estabilidad y confianza y que tenga como un gran objetivo la creación de empleo y el crecimiento, se puede tener una etapa "de estabilidad, de certidumbre y de tranquilidad con cuatro años por delante muy positivos para todos".

Rajoy, además, ha subrayado que, en este momento, España tiene una buena posición, ha mejorado en las agencias de calificación, va regularmente a las subastas y el precio que se paga por los bonos es "muy bueno", una situación que le gustaría "que durara mucho tiempo" y que, en su opinión, el Gobierno "con un apoyo mayoritario" que propone podría mantener.

El presidente en funciones ha asegurado que ha mantenido contactos con el lehendakari, Iñigo Urkullu, y no ha descartado otros contactos futuros con otras formaciones, pero no con los nacionalistas catalanes. "No lo tengo pensado, porque es muy difícil pedir apoyo a partidos que quieren la ruptura de España".

Además, ha opinado hoy que cualquier gobierno apoyado por la CUP es "un desastre y no va a parte alguna", de modo que ha recomendado a Junts pel Sí que busque otra fórmula o, "en todo caso", que se celebren nuevas elecciones. Piensa que "lo que está pasando en Cataluña" es un "lamentable espectáculo" y que  hay que "hacer cumplir la ley", que la soberanía nacional "no se puede partir" y que "no se puede jugar a las fracturas. Quien debe rectificar tiene que hacerlo y no ha sido el PP ni el PSOE ni Ciudadanos quien ha generado esta situación".

El jefe del Gobierno no ha querido centrar el debate en el PSOE, donde un sector cuestiona el liderazgo de Pedro Sánchez: "En la vida interna de los demás no entro. Lo del PSOE lo decidirán ellos sin que yo diga ni una palabra". No obstante, no ve "razonable" que los socialistas aspiren a formar Gobierno y menos aún que pretendan al mismo tiempo ostentar también la presidencia del Congreso de los Diputados.

De esta manera ha echado la vista atrás y ha recordado que en la historia democrática española siempre ha presidido el Congreso el partido más votado, por lo que no entiende que un partido, con sólo 90 escaños, aspire a presidir el Gobierno y también la Cámara baja.