El delincuente más buscado pasó de ser El Solitario a convertirse en Jaime Giménez Arbe, un hombre de 51 años, sin oficio conocido y residente en el municipio madrileño de Las Rozas desde hace 18 años. Fue un vecino de esta localidad quien identificó a Giménez al ver en televisión las imágenes captadas por la cámara de seguridad del banco que asaltó el 18 de mayo en Toro (Zamora), según informó la Guardia Civil a
Dispositivo conjunto
Policía Nacional y Guardia Civil establecieron entonces un dispositivo de vigilancia en el domicilio del sospechoso, un chalé de la urbanización de clase media Monte Rozas. Ayer El Solitario cogió su Renault Kangoo y tomó el camino de Portugal, aunque esta vez fue seguido durante 559 Km por los agentes mientras la Policía lusa esperaba su llegada. Su vehículo se detuvo en Figueira da Foz y sus pasos se encaminaron hacia su nueva presa, una sucursal de la Caja Agrícola, momento en el que fue arrestado. El delincuente iba ataviado con un traje gris, un chaleco antibalas y tres armas de fuego. Tras el arresto, los agentes registraron la vivienda de El Solitario en Las Rozas y una nave industrial en Pinto.
«Era huraño y antipático»
Los vecinos de El Solitario explicaron que estuvo casado hasta hace dos años con una británica y vivía con sus dos hijos (de 6 y 15 años). Asimismo, indicaron a 20 minutos que «era un hombre huraño, antipático y que se negaba a instalar el gas ciudad en la comunidad». También contaron que era amante de la música folk y que tocaba con sus amigos en su garaje. Estuvo exento del servicio militar por padecer paranoia.
Sus golpes más destacados
El 18 de mayo.
Primer y último atraco. El Solitario cometió su primer atraco el 18 de mayo de 1993 en Ademuz (Valencia). Catorce años exactos después, el 18 de mayo de 2007, perpetró su último golpe, en una oficina de la Caja Rural de Toro (Zamora), de la que se llevó unos 6.000 euros.
Abril de 2006.
En Sarria (Lugo). Atracó una sucursal de Caixa Galicia en la que resultó herido un cliente. Se hizo con 800 euros en metálico.
Junio de 2004.
Castejón (Navarra). Dos guardias civiles de Calahorra (La Rioja) trataron de identificar al conductor de un vehículo que había cometido una infracción en Castejón (Navarra). Era El Solitario. Desde el coche disparó contra los dos agentes, que fallecieron.
Mayo de 2000.
Vall D’Uixo (Castellón). La misma arma con la que mató a los dos guardias fue usada en un atraco en el que murió un policía local.
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