Hasta el mes de junio, la Policía Nacional y la Guardia Civil detuvieron en las puertas de los colegios de Castilla y León a dos vendedores y desactivaron un punto de suministro a los jóvenes estudiantes, informó Ical.

No obstante, a pesar del descenso de la droga incautada en general (debido a que pillan menos hachís), sí que destaca la proliferación de otras sustancias, consideradas más duras. Por ejemplo, la cocaína decomisada se ha multiplicado por diez (39 gr) y la heroína, por cuatro (17,5 gr).

En todo caso, la presión policial sobre las zonas de copas es la que más resultados está logrando. Desde enero hasta junio se pillaron 3,7 kg de cocaína, 2,7 de hachís y casi medio kilo de marihuana. Se lo quitaron a casi 800 personas, de las cuales sólo 12 eran consideradas como vendedoras.

En los seis primeros meses de este año se han desactivado otros tres puntos comunes de venta de droga.