La Sociedad de Pediatría de Madrid reclamó ayer una mayor planificación por parte del Gobierno regional a la hora de asignar pacientes a cada profesional infantil. También pidió un incremento en el número de plazas "para que no se reduzca la calidad de la atención".

Éste déficit se debe, según María Teresa Muñoz, presidenta de la Sociedad, "al aumento de la inmigración en los últimos años" y a que "muchos médicos no quieren ir a los centros de salud, sino que prefieren trabajar en un hospital o en el extranjero, donde se les paga mejor".

Concretamente, en la región trabajan unos 700 pediatras en atención primaria, que deben atender a 890.748 niños menores de 14 años; es decir, que a cada médico le corresponden 1.272 menores, cuando la ratio máxima debería ser "de unos 1.100 niños por cada facultativo", indicaron fuentes de la Asociación Española de Pediatría.

La Consejería culpa al Ministerio

La Consejería de Sanidad admitió que no hay médicos infantiles "suficientes", pero reclamó al Ministerio de Sanidad que "él debe solucionar el problema asignando a más profesionales".

Según Muñoz, además de haber pocos pediatras en la región , "se están empezando a derivar niños a médicos generales que no son especialistas". Para la Consejería, esta derivación "no plantea problema, porque un médico de cabecera puede tratar tanto a niños como a adultos".

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