Las bandas de ladrones se ceban en los magrebíes que circulan por la A-70

  • La autopista del Mediterráneo, infestada de grupos de asaltantes.
  • Todo apunta a mafias organizadas del este de Europa.
  • Ni Policía ni la Guardia Civil vigilan habitualmente las zonas de riesgo.
Parking de Elche.
Parking de Elche.
Parking de Elche.
Para muchos magrebíes, que en estas fechas cruzan la península hacia sus lugares de origen, las complicaciones de la Operación Paso del Estrecho (OPE)
comienzan mucho antes de la llegada a Algeciras, punto de embarque hacia Ceuta y Tánger;
o Almería, lugar de partida hacia Melilla y Nador.

Junto a la ruta de la autovía de Burgos y Andalucía, la autopista de Mediterráneo concentra la mayor parte de los desplazamientos estivales al Magreb. Muchos viajeros finalizan su desplazamiento por territorio español en Alicante desde donde parte el ferry con destino a Orán (Argelia), mientras otros tantos continúan la ruta hacia el sur por la autovía A-70.

A pesar de que la OPE constituye el dispositivo de Protección Civil más relevante de Europa, la seguridad en las carreteras españolas es burlada constantemente por grupos organizados que aprovechan cualquier descuido para robar en los vehículos de los magrebíes.

En estos casos, el botín preferido a sustraer, ya sean furgonetas destartaladas ya vehículos de alta gama, son los equipajes de mano, preferentemente, los bolsos y maletas livianas.

Robos en el área de servicio de Elche

Situada en el punto kilométrico 25 de la autovía A-70 (antigua A-7) dirección Murcia, el área de servicio de Elche, a tan solo 8 kilómetros del centro de Elche, concentra una gasolinera, un hotel y una cafetería que permanece abierta las 24 horas. Asimismo, cuenta con una caseta para la venta anticipada de billetes para los puertos de Algeciras y Almería, razón por la cual muchos magrebíes realizan parada y fonda.

Por lo que se ve, esta concentración de viajeros no ha pasado inadvertida para ciertos grupos organizados. A este respecto, uno de los guardias jurados de la gasolinera señala que "todos los días se comenten 3 ó 4 robos en los coches, la mayoría de ellos en el parking del hotel".

Cuando vemos algún vehículo sospechoso tomamos matrículas pero cambian de coche cada vez
Todo apunta a que se trata de mafias organizadas que recorren diversas estaciones de servicio y que actúan con prudencia. "La policía nos ha comentado que son rumanos, incluso vino la policía secreta pero no han cazado a ninguno", apunta el vigilante de seguridad, "cuando vemos algún vehículo sospechoso tomamos matrículas pero cambian de coche cada vez".

Mientras que la gasolinera cuenta con su propio servicio de seguridad, la cafetería y el hotel -de la misma propiedad- no ha dispuesto seguridad exterior alguna. Precisamente en el amplio parking de estas instalaciones es donde se producen los robos. De hecho, ni siquiera previenen a los viajeros de tales actos con la colocación de un cartel a la entrada de la cafetería.

De Castellón hasta Málaga

La venta anticipada de billetes para los barcos con destino a Marruecos corre a cargo de Ismael, marroquí que lleva varios años desempeñando este cometido. Su dominio de varios idiomas le ha convertido en interlocutor de los magrebíes que tienen que interponer denuncia tras el robo y no hablan castellano. "Cada vez que se produce un robo deben denunciar porque sin pasaporte no pueden cruzar y con la denuncia obtienen una hoja de paso de las autoridades marroquíes".

Ismael comenta que lo que ocurre en Elche no es excepcional, sino que estos robos se producen desde Castellón hasta Málaga. "Sin ir más lejos, en la siguiente estación de servicio de Crevillente también están poniéndose las botas. Por aquí actúan rumanos, búlgaros, rusos... generalmente de madrugada aunque también de 2 a 5 de la tarde".

Al respecto de si los que actúan son mafias organizadas, Ismael opina que hay de todo, "desde especialistas que abren las puertas de los coches sin dejar ni una huella hasta los que rompen los cristales".

Al perder sus pertenencias, documentación o los regalos familiares muchos lloran de impotencia
Ismael no escatima esfuerzos ante el drama que viven sus compatriotas, "la mayoría no conocen el idioma, provienen de Francia, Alemania, Holanda, Noruega, Dinamarca, Italia... y
al perder sus pertenencias, documentación o los regalos familiares muchos lloran de impotencia".

Pese a realizar viajes que superan en muchas ocasiones los 2.000 kilómetros, los robos se producen sólo en España, apunta Ismael, además "resulta bastante triste comprobar cómo la policía no hace caso".

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