La mitad de las intoxicaciones alimentarias durante el verano se producen en casa

  • El calor es el gran enemigo para muchos alimentos.
  • Los huevos son foco de riesgo.
  • Evite comer tortillas, mayonesas y ensaladillas.
Comer fuera de casa es también un elemento de riesgo.
Comer fuera de casa es también un elemento de riesgo.
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Comer fuera de casa es también un elemento de riesgo.

Con la llegada de las altas temperaturas aumentan los casos de toxiinfecciones alimentarias. Según Salud, más del 50% se producen en el hogar. Así, para que las merecidas vacaciones no se conviertan en una pesadilla, los expertos aconsejan extremar las precauciones en torno a los alimentos.

«Ahora en verano, como en épocas de muchas celebraciones como son comuniones o bautizos nos llegan más casos», dice Encarnación Campo, médico de familia y directora del centro de salud de San Juan de Aznalfarache.

El mismo calor que sufrimos desde hace meses es el aliado principal para el desarrollo de la salmonella, una infección que se manifiesta en episodios de gastroenteritis aguda (vómitos y diarrea), fiebre, calambres, mareo y dolor abdominal. Si esto ocurre, hay que acudir al médico de atención primaria. «Cuando la salmonella llega a los alimentos puede duplicarse a una velocidad muy rápida, cada 15 o 20 minutos», explica Maite Pelayo, microbióloga del Instituto Silestone.

El huevo y todas las comidas preparadas a partir del mismo, como son mayonesas caseras, ensaladillas o tortillas, son los alimentos con mayor riesgo de contaminarse. También, las aves de corral, carne de pollo o carne picada.

Para evitar problemas, se recomienda comprar alimentos de calidad, extremar las precauciones en la manipulación de éstos, no romper la cadena de frío, consumir lo que preparemos al momento o refrigerarlo.

Para prevenir las toxxinfecciones alimentarias...

1. Buscar una temperatura adecuada. Los alimentos deben conservarse en frío y no a temperatura ambiente por los peligros que pueden correr. Además, las comidas descongeladas no deben volver a ser congeladas.

2. Una buena higiene. La cocina debe contar con una condiciones idóneas de limpieza. Quienes se encarguen de elaborar los platos deben lavarse las manos y evitar prácticas como fumar mientras se manipulan los alimentos.

3. Atención a los utensilios. Hay que limpiarlos con asiduidad para eliminar los microorganismos.

4. Las mascotas. Deben estar lo más lejos posible de donde se cocine. Pueden ser un foco de infección.

5. Cuidado con los insectos. Es bastante recomendable que se haga todo lo posible por evitar el contacto de insectos, sobre todo de mosquitos, con la comida.

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