El semblante de un Javier Bardem con cara de muy pocos amigos y amenazador, domina el primer cartel de promoción de No country for old men, la nueva película de los hermanos Joel y Ethan Coen.

Y no es para menos. Bardem interpreta a un implacable asesino mejicano que deja a su paso un rastro de cadáveres y sangre. Ahora su próximo objetivo es un hombre (Josh Brolin) que, mientras cazaba cerca de Río Grande, se encontró con un maletín lleno de dinero y heroína, procedente de unos peligrosos narcotraficantes.

Los aficionados esperan con ganas esta nueva incursión de los Coen, sobre todo teniendo en cuenta que en su proyección en el pasado

Originales, divertidos, intentando siempre sorprender con cada nuevo giro de guión, los Coen se han labrado una merecida reputación gracias a títulos como Sangre fácil, Barton Fink, o Fargo. Después de un paréntesis en el que una gran productora les ofreció encargos más comerciales como Crueldad intolerable, con George Clooney y Catherine Zeta-Jones; o Ladykillers, con Tom Hanks, parece que vuelven a las raíces, más independientes y personales. Su más reciente trabajo visto en las pantallas fue uno de los cortos para Paris, je t'aime.

Actores poco habituales

En el reparto de No country for old men no figura ninguno de sus habituales actores fetiche de los Coen, como Steve Buscemi, John Turturro o William H. Macy; pero ahí estarán el oscarizado, como secundario por El fugitivo, Tommy Lee Jones; o el imprevisible Woody Harrelson. En cambio, de la música sí que se hará cargo el inseparable Carter Burwell.

Además de las tareas de dirección y guión, los Coen, característico en ellos, también producen y realizan el montaje final de la película.

En los EE.UU. el estreno está previsto para fel 9 de noviembre, y en los cines de aquí, si no hay cambios, hará lo propio cuatro meses después, el 28 de marzo.