Las solicitudes para estancias temporales en residencias de ancianos se disparan en verano. Las familias que se ocupan de los ancianos durante todo el año se inclinan por esta opción para poder irse de vacaciones tranquilos, y los que tienen contratados a cuidadores profesionales deben encontrar una alternativa mientras el trabajador disfruta del descanso estival. La demanda de solicitudes aumenta hasta un 20% en esta época, aunque también es bastante fuerte en otros periodos, como Semana Santa o puentes festivos largos.

«Estas semanas recibimos dos o tres llamadas diarias demandando plazas para verano, pero ya estamos completos», explican en la residencia El Ruiseñor. En la mayoría de centros ocurre lo mismo, pero a veces reservan algunas plazas para estancias temporales. «Tenemos ancianos que han repetido varios veranos, en Semana Santa, etc.», señalan responsables de la residencia Valles Altos.Algunos de los ancianos que van a los centros de mayores en verano

«Suelen ser personas dependientes a cargo de sus hijas, cuyo cuidado desgasta mucho. Los cuidadores necesitan un descanso, pero les cuesta mucho dejar a sus mayores en una residencia porque creen que van a estar mejor atendidos en casa y les une un vínculo muy fuerte», asegura José Galindo, vicepresidente de la Sociedad Aragonesa de Geriatría y Gerontología .

El incremento de la demanda se deja notar desde finales de junio, cuando los niños empiezan sus vacaciones, porque en muchos casos el cuidador no puede hacerse cargo de los niños y del abuelo a la vez. «Cuando el anciano es dependiente, se decantan por traerlo aquí mientras los niños no van al colegio», señalan en varios centros de mayores.

También se dan casos inversos. Cuando se trata de personas que se valen por sí mismas, es habitual que en verano o algún fin de semana salgan de la residencia para irse con la familia al pueblo, aprovechando el buen tiempo.

Plazas reservadas por la DGA

El Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) de la DGA oferta una alternativa de estancias temporales en residencias públicas, y reserva un pequeño cupo de plazas en los centros para este fin. Están destinadas a personas que viven solas y necesitan cuidados por convalecencia, a los que se quedan sin cuidador por enfermedad o accidente, o cuyos cuidadores necesitan un descanso. El año pasado se concedieron 243 estancias temporales, sobre todo en verano. Pueden solicitar la plaza en los centros de mayores del IASS o los centros municipales de Servicios Sociales. El IASS financia la estancia y el mayor aporta el 80% de sus ingresos.