Obama planea usar su poder ejecutivo para ampliar el control de armas en EE UU

  • Obama está interesado en usar su poder ejecutivo para "mantener las armas fuera de las manos" de quienes planean hacer daño a otros.
  • La decisión de Obama no implica que deje de pedir al Congreso una reforma sobre el control de armas.
  • Principales matanzas en EE UU en la última década.
Obama pide acabar con la "pauta" que hace de los tiroteos algo normal en EE UU.
Obama pide acabar con la "pauta" que hace de los tiroteos algo normal en EE UU.
EFE/Kevin Dietsch/POOL
Obama pide acabar con la "pauta" que hace de los tiroteos algo normal en EE UU.

El presidente de EE UU, Barack Obama, ha pedido a su equipo que redacte una propuesta que le permitiría ampliar la verificación de antecedentes para los compradores de armas sin la aprobación del Congreso, confirmó la Casa Blanca.

Obama quiere recibir cuanto antes una serie de recomendaciones para tomar medidas ejecutivas relacionadas con el control de armas, según dijo una de sus asesoras, Valerie Jarrett, en un discurso en Newtown (Connecticut) pronunciado anoche y citado hoy por medios estadounidenses.

El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, confirmó en su conferencia de prensa que Obama está interesado en usar su poder ejecutivo para "mantener las armas fuera de las manos" de quienes planean hacer daño a otros.

"El presidente ha pedido a su personal recomendaciones basadas en una revisión de sus autoridades ejecutivas", indicó el portavoz.

Obama aseguró el año pasado que su mayor frustración como presidente ha sido el fracaso de sus esfuerzos por lograr un mayor control de la venta y posesión de armas en el país.

Su nuevo impulso a ese área llega una semana después del tiroteo en San Bernardino (California), donde dos supuestos seguidores del Estado Islámico (EI) mataron el 2 de diciembre a 14 personas y causaron heridas a 21, en el peor acto terrorista en el país desde los ataques del 11 de septiembre de 2001.

La decisión de Obama no implica que deje de pedir al Congreso una reforma sobre el control de armas, según Earnest, pero la inacción del legislativo en esa materia le ha generado una "inmensa frustración".

El portavoz recordó que la "mayoría" de los estadounidenses respaldan una mayor verificación de los antecedentes de los compradores de armas, pero hasta ahora han quedado eclipsados por "una minoría que habla muy alto" y que se opone a cualquier restricción a la venta o posesión de armas.

El debate sobre las armas se reabrió en 2012 en Estados Unidos a raíz de dos sucesos: la matanza en un cine de Aurora (Colorado), con 12 muertos y 58 heridos, y otra ocurrida en la escuela Sandy Hook de Newtown (Connecticut), donde fueron asesinados a tiros 20 niños y seis mujeres.

El Gobierno de Obama impulsó entonces un conjunto de medidas para reformar la legislación de control de armas, pero el Congreso no aprobó siquiera la que generaba más consenso: un sistema de verificación de antecedentes para impedir que las armas llegaran a los criminales o a personas con problemas de salud mental.

La Casa Blanca atribuye buena parte de la culpa por la inacción del Congreso al poder de la Asociación Nacional del Rifle (NRA, en inglés) y sus donaciones a muchas campañas políticas.

Si Obama emite medidas ejecutivas sobre el control de armas, afrontará muy probablemente un fuerte rechazo de la oposición republicana, que ya ha impuesto notables trabas a otros de sus decretos, en particular en materia de inmigración.

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